Con una sensación térmica de 42° C., el martes, 11 de febrero del 2025, a las 13.45, la Administración Nacional de Energía (ANDE) registró el más alto volumen de consumo de la energía de lo que va de la historia. El uso alcanzó 5054 MW (megavatio). El colapso energético podría llegar más temprano de lo calculado.
Los acondicionadores de aire a full, para contrarrestar una temperatura que en la Región Oriental marcó a la siesta un promedio 39° C, con una sensación térmica de 42° C., levantaron el consumo por los cielos. En las casas, en las oficinas, en los hoteles, en los comedores, en los edificios, en las fábricas y en las granjas de criptominería.
Estos datos climáticos tuvieron variaciones, principalmente en Chaco paraguayo, pero el mayor volumen de uso de energía se concentró, como siempre, hasta ahora, en la Región Oriental del país.
El uso registrado ayer superó al pico último, el del 14 de marzo de 2024, de 5.027 MW, a las 13:53.
En marzo del año pasado hubo días con sensaciones térmicas de hasta 50 centígrados.
En el Conosur, la ola de calor está afectando principalmente a habitantes de Argentina, Paraguay Uruguay y Brasil. En algunas regiones de esos países, 80 millones de personas sufrirían calores extremos en este tiempo, según informe de la organización Climate Central, compuesta por científicos y periodistas que estudian e informan sobre el clima.
Ayer, a la hora pico de calor y de consumo eléctrico, se utilizaron 3.723 MW de Itaipú, 1.232 MW Yacyretá y 120 de Acaray, informó la ANDE.
Los calores extremos en Paraguay, cada vez más frecuentes, y la ampliación de la capacidad de distribución de la energía eléctrica, pueden producir, según algunos analistas, aun teniendo Acaray, Itaipú y Yacyretá, un colapso de energía en unos cinco años más.
Es decir, que finalmente Paraguay, de no profundizar nuevas formas de producción energética o de ampliar sus capacidades actuales, puede quedar atrapado en la necesidad de importar energía eléctrica.
De hecho, en el 2024 Paraguay ya usó el 38% de la energía de Itaipú, superando en un 18% al promedio anterior de 20%.
Paraguay no suda, se derrite
Así se titula el artículo de Federico Caballero para El Prisma, en el que se cuenta que además del uso de la energía, el calor está afectando sobremanera el humor, la convivencia y la capacidad productiva de las personas.