La absoluta dependencia de la importación del crudo refinado para su sistema de transporte, tanto público e individual, la ausencia de refinerías y de supervisión de stock vuelven a poner a Paraguay a merced de los precios internacionales del petróleo.
Cinco emblemas ya aumentaron un promedio de G. 700 tanto la nafta como el gasoíl: Compasa (foto de portada), Petrosur, Energy, Tega Oil, Fuelpar y Corona. Es probable que las demás empresas lo hagan en los próximos días. Tal vez Petropar, que tiene un nivel de almacenamiento de tres meses, pueda aguantar un poco más, arriesga el economista Amílcar Ferreira.
El aumento de 7% del crudo a nivel internacional fue la inmediata consecuencia que tuvo el primer ataque de Israel a Teherán, Irán. Este aumento se sostuvo en la incertidumbre del mercado ante una escalada que, entre otras cosas, puede poner en peligro el tráfico de petróleo en el estrecho de Ormuz, Irán, por donde circula el 20% del petróleo producido en el mundo. Qué pasaría si esto ocurriese, se pregunta la prensa internacional.
Paraguay no tiene herramientas para amortiguar el impacto. Ninguna. Todo el comercio está privatizado. Además, en el 2004, ha dejado de refinar. Entonces, importa refinado, directo para distribuirse en los surtidores.
Así, el precio del diésel común pasó de G. 6.920 a G. 7.620 por litro, mientras que el diésel premium subió de G. 8.720 a G. 9.570.
La nafta común de 88 octanos subió de G. 5.860 a G. 6.560; la intermedia de 93 octanos de G. 6.360 a G. 7.060; y la súper de 97 de G. 7.710 a G. 8.560.
Los números del déficit
Paraguay importa derivados de petróleo por un valor promedio de USD 2.200 millones anuales.
Estos combustibles mueven un sistema de transporte completamente dependiente de los derivados fósiles.
Según un informe del Banco Mundial, en nuestro país apenas el ocho por ciento de la población se mueve en colectivo. La mayoría lo hace en auto y motos. Este promedio lo vuelve evidente: por cada dos personas, en Paraguay hay un automóvil.
Esta situación agrava una posible consecuencia inflacionaria.
Casi toda la estructura de costos depende del combustible, afirma el economista Amílcar Ferreira.
Así las cosas, puede provocar una inmediata espiral inflacionaria que rompa “las previsiones del Banco Central del Paraguay”, asegura, por su parte, Stan Canova, asesor de inversiones financieras
Es urgente tomar el “toro por las astas”, sostiene, por su parte, Héctor Fleitas, antiguo jefe de planta de Petropar y ex secretario general del sindicato de esta entidad.
Sostiene Fleitas la urgencia que tiene “Paraguay de refinar y aumentar su producción de biocomustibles (alcohol y otras fuentes)”. Según Fleitas, hasta un 40% se podría ahorrar si es que acá se produjera ese proceso, con renovada tecnología.
Aparte de la inminente inflación, la importación influye sobremanera en el déficit en la balanza comercial en Paraguay que el año pasado trepó a unos USD 540 millones.
La supervisión
Canova es de quienes creen que debe existir un organismo que controle el stock de las empresas proveedoras e importadoras. Porque cuando está en baja te dicen que todavía les queda del stock con el precio anterior y cuando sube te dicen que deben comprar con el precio actual.
En fin, sin refinería, con un sistema de transporte completamente dependiente de los derivados de petróleo, con los fletes y la importación liberados, y sin producción local, Paraguay es de los países con mayor dependencia de los vaivenes de la guerra instalada en Irán