El despilfarro del dinero de gastos sociales, royalties y utilidades que en la hidroeléctrica se perpetra cada año tiene dos perdedores directos: la ANDE, copropietario de la binacional, y la ciudadanía usuaria de energía eléctrica.
Por Arístides Ortiz Duarte
La semana pasada, un legislador opositor sumó algunos números y años y nos recordó que, en las últimas dos décadas, la administración de la Itaipú lado paraguayo recibió USD 13 mil millones. Gran parte del 93% de esta plata fue a parar en las arcas de las municipalidades, las gobernaciones y en la caja de los sucesivos presidentes de la República que presidieron el Poder Ejecutivo y los directores paraguayos de la binacional.
El 7% restante, una propina de mal gusto, fue a las arcas de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), la que formalmente, según las leyes, es la copropietaria del gigante hidroeléctrico junto con la brasileña Petrobras. La misma que debió recibir el mayor porcentaje del total citado arriba.
Mientras leemos y vemos casi todos los días que en las municipalidades y las gobernaciones, los intendentes y concejales y los gobernadores y los consejeros mal usan o roban el dinero que reciben anualmente en concepto de royalties, y hacen lo mismo, a través de gastos sociales y utilidades, el presidente de la República y el director paraguayo de la binacional, la ANDE se endeuda porque no tiene recursos suficientes para invertir y mejorar el servicio a los millones de usuarios paraguayos de electricidad.
La ANDE cada vez necesita más recursos para evitar los odiosos cortes eléctricos, los pestañeos, para mejorar su infraestructura y contratar toda la energía de las hidroeléctricas, pero su inversión para el 2026 seguirá siendo muy baja y estará sostenida en préstamos y cooperación extranjera en un 55%, ya que no cuenta con recursos propios.
“La ANDE está financiando proyectos emblemáticos del gobierno nacional, lo que es lo mismo decir que los usuarios paraguayos estamos financiándolos con el pago de nuestras facturas de luz: el 70% del monto de nuestras facturas, que pagamos cada mes, va a las binacionales y a gastos e inversiones que nada tienen que ver con la energía eléctrica del país”, dijo a El Prisma Adolfo Villalba, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la ANDE (Sitrande).
Un porcentaje importante de esos USD 13 mil millones fue a parar, en los últimos 20 años, a los bolsillos y a las campañas políticas de los intendentes, gobernadores, concejales y consejeros de los municipios y las gobernaciones, a través de los actos de corrupción que diariamente se publican en los medios. Y aquí también incluimos a los sucesivos directores paraguayo de las binacionales, quienes manejan discrecionalmente el dinero de la hidroeléctrica.
De todos los sucesivos gobiernos, casi todos colorados, que se aprovecharon de la plata de la Itaipú, el que más lo está haciendo es Santiago Peña: reparte a su antojo USD 700 millones anuales en el rubro Gastos Sociales y más de USD 1.000 millones del presupuesto anual, convirtiendo a Itaipú en un mega ministerio que “hace y auspicia de todo” en los últimos 2 años.
En la otra vereda, la ciudadanía usuaria sufre constantes cortes y pestañeos de energía eléctrica y ya se anunció, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, un aumento en la tarifa de la energía, mientras la ANDE se va endeudando cada vez más.