La decisión de Pedro Alliana de nombrar al ex viceministro de Salud como consejero de Yacyretá es la prueba evidente y ostentosa “de cómo, sin vergüenza, sin descaro, copan las instituciones del país”, sostiene la senadora Esperanza Martínez. Entiende que es un nuevo jaque a Peña ya que una decisión de esta magnitud “desfigura completamente la imagen y la autoridad presidenciales”.
En su calidad de presidente interino, Pedro Alliana movió el tablero político al nombrar, por decreto presidencial, al ex viceministro de Salud Miguel Olmedo Leites.
Olmedo había sido removido de su cargo por obligar a la gente a darles hurras al Partido Colorado por puestos o “favores conseguidos”.
Pero no conforme con esto, se lo nombró en vez del ingeniero eléctrico Ángel María Recalde, ex presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), el único representante técnico paraguayo de la entidad binacional.
La decisión se toma en un momento clave de la entidad. El gobierno de Argentina acababa de decidir la firma de un acuerdo operativo.
En el acuerdo que se firmará en breve figura el precio de la energía entregada a ambos países. A 28 dólares MWh. Paraguay estaba pagando 22,6.
Aunque el presidente de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad) Félix Sosa sostenga lo contrario, lo más probable es que este aumento de la tarifa en el caso paraguayo incida en el precio local de la energía.
Inmediatamente luego de la decisión, el ingeniero Fabián Cáceres Cáceres, ex gerente técnico de la ANDE, lamentaba el hecho señalando que “en el sector eléctrico no se puede improvisar”.
“No es un tema menor nombrar ni habitual que un vicepresidente, en ejercicio interino de la Presidencia, tome este tipo decisiones. Nada más y nada menos que la de nombrar a un consejero de una entidad binacional, salvo que lo haya acordado el presidente Peña”, sostiene Martínez.
Al decir de la senadora, este decreto muestra un episodio más de una disputa entre el cartismo y el presidente, “una disputa permanente que desfigura la autoridad presidencial”.
“No es la primera vez que el cartismo (nombrado así en referencia a Horacio Cartes, actual presidente del Partido Colorado) coloca en jaque al presidente, le han hecho rever decisiones o recular en varias cuestiones”, recuerda.
La decisión también forma parte “del uso y abuso de los recursos humanos con un criterio de control político de todos los espacios del poder”, dictamina.
“El presidente (Peña) cree que toma decisiones, pero cuando estas no son afines a la voluntad del quincho, se le hace rever”, asegura.
En este caso, fue el presidente Santiago Peña quien destituyó al viceministro, “y ahora se lo repone políticamente”
Al decir de Esperanza Martínez, “la falta de vergüenza y el descaro llegan a tal punto de nombrar a gente sin ninguna competencia. Hubieran elegido un ingeniero eléctrico, docente de electricidad…”.
Entiende también que con esta y otras medidas, el cartismo ya está aceitando la estructura prebendaria para las elecciones municipales próximas.
En este tren de copamiento de todas las instituciones “cambian leyes electorales, manipulan todos los concursos, los docentes son digitados. Se están copando todos los espacios del trabajo público en los tres poderes. Hay que ser colorado y cartista. Si alguien es de la oposición ni sueñe. La función pública perdió toda su autoridad y la capacidad técnica se relegó a un simple instrumento de control político y uso prebendario de hurreros y afines” .