La noche metropolitana espera con ansias los tres búhos prometidos por el gobierno

Seis empresas se presentaron para licitar los tres tramos del colectivo nocturno de Asunción y zona metropolitana. Un mundo de gente aguarda la llegada de estos búhos. Y también que alguna vez el sistema de transporte en las ciudades alivie la tormentosa angustia y la dependencia de motos y coches.

 

Alberto tiene una rutina inapelable. Al terminar su trabajo, de trámites municipales, se ubica en su banca del bar. Allí se extiende. Entre cervezas y humo, se acaricia la enorme panza. A la muerte de su madre, ha quedado más solo, y con menos razones para volver a casa. Así que ahí espera a Mingo, Víctor, Pablo, Marcos, Don Tomás, José y Alberto, su tocayo. Tal vez Eulo y Sergio se sumen más a la noche.

Cada quien, al término de sus tareas diarias, irá llegando. Don Tomás, ya más lento, suele ser el segundo adelantado. Cuando Alberto se encuentra con José y Mingo, ex futbolistas, las discusiones sobre los detalles de aquel partido de Cerro, en la época de Arrúa, o de aquel Libertad campeón del 76, pueden ocupar gran parte de la tertulia.

Un detalle de quién metió aquel gol de Paraguay contra Brasil en la Copa América del 79 o  las jugadas más destacadas pueden llevar sus buenos minutos.

Siempre es Mingo quien calla. Porque a José no hay con qué darle.

-Ne razón, ne razón. Vos luego no podés perder- esgrime entonces Mingo, ex jugador de varios clubes, entre ellos Presidente Hayes y Triunfo de San Lorenzo.

Alberto jugó en Recoleta. Era el 10. De esos que te ponían la pelota a los pies, reconoce Mingo.

Era del barrio, hasta que ese barrio, como muchos barrios al Este de la ciudad, fue expulsando a sus antiguos habitantes, con impuestos y especulación inmobiliaria.

“Yo soy Recoleta, aunque esté en la cuneta”, exclama, apenas se le pregunta sobre el tema.

Un par de años atrás, Alberto tenía la opción de tomar el último 27 para llegar a su casa, en Fernando de la Mora, y si pasaba un poco más allá de las 12.00, el famoso Mbopi, desde Montevideo y Piribebuy.

Mingo, de barrio Republicano, hacía lo propio con el 38, cuando esta línea tenía una regularidad de por lo menos hasta las 11.00. Si no, su amigo Víctor, el taxista de Colón y Palma, le sacaba de los apuros.

-Cuando tengas nomás, Mingo. Somos amigos-, le decía, con esa voz muy raspada y gruesa, Víctor.

Es que Mingo, con su trabajo en electricidad, y los hijos ya todos grandes, siempre hacía plata e  invitaba en la mesa.

Más antes todavía, la gente que iba a Lambaré como José tenía la opción de la línea 19 hasta la medianoche. De eso ya hace más de 10 años. Y para Limpio, por la Transchaco, estaba el 24.

Luego de la facu

“Yo podía darme “el lujo” de comerme una empanada y tomarme una cervecita los viernes en Pinocho (el bar de la Facultad de Filosofía UNA) a la espera del último Limpio”, recuerda Fabiola Tintel.

Pero acá hay que hacer una necesaria excepción. La Chaqueña, el colectivo que va a Villa Hayes, funciona regularmente hasta la medianoche, y se lo puede tomar en la calle Jejui- Rca de Colombia (qué cosa eso de cambiar de nombre a mitad del centro las calles), Brasil, Artigas y su corredor por la Transchaco.

“El 27 también murió después de que cerraran el 18. Evidentemente, gran parte de su recaudación dependía de ese transbordo que hacía la gente en Eusebio Ayala y San Martín, donde se vaciaban y se llenaban al mismo tiempo, de ida y de vuelta”, conjetura el escritor Sergio Alvarenga.

En su primera juventud él tomaba el fantasma. En su recorrido, los fantasmas, llamados también mbopi por los más antiguos, eran unidades irregulares, del 59, el 43, el 42. A la 01.00, a las 03.00 y a las 04.30. salía de Montevideo y Piribebuy.

Sergio lo recuerda muy bien. “Y el 27 terminaba a las 12.00”

De alguna manera llegabas, recuerda.

Así como El Rubio, Gral. Díaz y Colón, y otros bares del centro eran lugares en los que los trabajadores y estudiantes hacían horas para llegar a su casa, en San Martín y Eusebio Ayala estaba Castelo. Y en frente de la terminal de ómnibus (Rca Argentina y Fernando de la Mora), sus bares.

Castelo se poblaba de trabajadores principalmente gastronómicos. Ya sea de quienes iban del centro y barrios más cercanos de Asunción para esperar el 18, o ya sea de quienes por San Martín venían de sus trabajos en las zonas de mayor concentración del trabajo gastronómico en la ciudad, la zona Este: Villa Morra, Santa Teresa, las calles Senador Long, Brasilia…

Así que cuando sacaron de circulación el 18, un mundo de trabajadores quedó sin transporte público. Ahora el ramal lo cubre el 26, pero ya sin recorrido de noche profunda.

“Cada quien busca como llegar a su casa. Con amigos con auto, en motos. Y de última, en los tiempos más recientes, en bolt”, recuerda Patricia Ramírez, trabajadora de cocina, con vasta trayectoria en restaurantes de la zona “chuchi” de la ciudad.

“Sí, se extraña a Castelo”, refuerza Juan Armoa, a quien sus compañeros le dicen “El coman”. Es que este señor se encarga de reubicar a sus amigos trabajadores desocupados, de buscarles lugares en un sector que por las noches ocupa mucha mano de obra, en la bacha, la cocina, en el servicio, en la barra y en la caja.

“Si no nos ayudamos entre nosotros, quién lo hará”, es una de sus máximas.

“Ahora “los perros” le hacen en los surtidores (estaciones de servicio)”, agrega.

También van a complejos deportivos nocturnos.

“Allí se juegan torneos hasta las cuatro de la mañana. Y la mayoría se maneja en moto”, arriesga, desde Luque, el cantor Hugo Flecha.

El Búho 1

Desde que terminó el 27, Alberto quedó a merced del Bolt. De G. 30 a 40.000 hasta Fernando de la Mora.

En su despedida siempre le pedía a alguien que le haga el favor de pedir un Bolt. “Mi Smartfhone no funciona (un Nokia 1000)”, decía entre risas.

Si bien en Alberto parece que ninguna fatiga es duradera, ahora toma con más tranquilidad. “Tengo mi búho personal, ja”. Se ríe.

Se refiere al Búho 1 que conecta el centro de Asunción con San Lorenzo, pasando por Mcal López, República Argentina (San Martín) y finalmente Eusebio Ayala. “Tarda un poco en llegar, pero che ake ahavo”.

Ahora el gobierno, a través del Viceministerio de Transporte, ha llamado a licitación de tres tramos más. Hacia Limpio, hacia Luque y hacia Lambaré Villa Elisa y Ñemby. Y viceversa.

Es la licitación Nº 2/2025 que corresponde a la concesión de las líneas nocturnas B2, B3 y B4.

Se presentaron al concurso seis empresas: Vanguardia S.A.C.I., Ciudad de Luque S.R.L., TTL S.A., Magno S.A., San Isidro S.R.L., Mariscal López S.R.L. y Automotores Guaraní S.R.L.

Desde el centro de Asunción, todos tendrán una sola parada, Colón y Eligio Ayala. De ahí se trasladarán a distintos puntos. Y de esos puntos, de vuelta a la misma parada. De 22.00 a 03.30.

Ojalá que Mingo lo pueda tomar

Puede que Mingo ya no pueda tomarlo. A sus 70 años, anda ya bastante achacoso.  Se retira de la mesa de bar más temprano, antes de que “terminen los colectivos”.

La desaparición de los colectivos con regularidad nocturna fue una de las razones por las cuales Alvarenga se mudó cerca de su trabajo, Última Hora. “No es la única, pero ha sido una razón importante”, nos cuenta para este artículo.

Tal vez, si otra vez se regularice, piense en volver. Tal vez.

Pero es también la confianza. Son también ya los hábitos que se van consagrando de contar con la moto, con el auto y, si se puede, con la plata para el Bolt. Y así fue que finalmente tan solo el 8 por ciento de la población se mueve, en la actualidad, en colectivo, según el último informe del Banco Mundial.

El tema del transporte público es uno de los más importantes de nuestras ciudades, asegura el arquitecto urbanista Carlos Zárate. “Necesitamos transporte público de calidad. Necesitamos trenes,  buses eléctricos…Hoy hay demasiadas alternativas de transporte”, resuelve.

Y también colectivos entre ciudades de país, arriesga, por su parte, el politólogo Ever Enriquez, que reside actualmente en Misiones.

De acuerdo con los anuncios del gobierno, desde la segunda quincena de julio de este año deberían entrar en funcionamiento los nuevos buses.

El Estado invierte unos cien millones mensuales por cada bus. Pero espera ir recuperando con más boletos de pasajes. Los buses actuales del Búho 1 son del Grupo Bene, que hace el trayecto Areguá Asunción, y viceversa.

También el gobierno ha anunciado que pondrán a funcionar los once buses eléctricos que fueron donados por Taiwán. Lo habían anunciado para el segundo semestre. Hoy, oficialmente, entramos en el segundo semestre.

Es un lunes de tarde muy frío. Alberto aún está solo en su rincón. Festeja el gol de Fluminense a Inter.

“Vamos, carajo. Necesitamos por lo menos un sudamericano en la final (de la Copa Mundial de Clubes)”, exclama. Va por su primera Brama y su primer atado de Kentucki. El primero en acercar la nariz es Víctor, el imprentero.

-Con este frío lo que va a pegar es un caldo ava-propone.

-Ha jajapo domingo.

-Jajapo.

Fluminense terminó ganando ese partido 2-0.

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