Este gran salto corresponde al crecimiento de la demanda interna y las capacidades de transmisión de la ANDE. Como ya se sabe, nuestro país le sigue cediendo a Brasil la energía que no utiliza. En tanto, la renegociación del Anexo C se ha tomado una larga siesta en enero.
De acuerdo con los datos proveídos por la Dirección Técnica de la Margen Derecha (la paraguaya), la producción total del año pasado alcanzó los 67.088 GWh. La utilización del lado paraguayo, de enero a diciembre, llegó a 20.383 GWh, lo que marcó un incremento de 4, 5%. en relación con el 2023.
El aumento en el consumo de la energía de Itaipú por parte de Paraguay levantó al 30,38%, pasando de una media que no pasaba el 20% de los últimos tiempos.
La entidad asume este aumento en el consumo interno con esta frase: “se traduce en un nuevo récord de suministro de energía acumulada para la ANDE”.
En el Paraguay se estima un aumento progresivo del 8% anual en el consumo de energía. Actualmente, Paraguay se abastece de la energía de Itaipú, Yacyreta y Acaray. Los analistas energéticos alertan que alrededor del año 2030 habría ya que contar con nuevas fuentes de producción de energía eléctrica para no colapsar o para no quedar atrapados en la importación.
Por el resto de la energía de Itaipú no consumida en Paraguay, nuestro país recibe dinero en concepto de cesión. Por la cesión del 2024 recibió USD 230.208.300.

Revertir la cesión por la venta es una de las demandas durante la renegociación del Anexo C de Itaipú. El acuerdo de entendimiento firmado por autoridades paraguayas y brasileñas el 7 de mayo estableció que, una vez que se revise el Anexo, Paraguay podrá vender al mercado brasilero su energía excedente. También este acuerdo había establecido el cierre de las negociaciones el pasado 31 de diciembre del 2024.
Pero el gobierno paraguayo, encabezado por el presidente Santiago Peña, parece haberse conformado, por ahora, con “la histórica conquista” de sacarle a Itaipú unos USD 650 millones anuales en concepto de gastos sociales hasta diciembre de 2026. A esto se llegó aumentando la tarifa de entrega a 19,28 kW-mes. Esta tarifa se consolidó contrayendo esos gastos sociales como parte del costo operativo. Los brasileros quieren cerrar la negociación sin más costo “discrecional” (este término se utiliza en el acuerdo de entendimiento). Es decir, que la tarifa corresponda, así como lo establece el Anexo C, únicamente a los costos operativos.
Peña había señalado que el retraso de la negociación podría prolongarse un mes, tal vez dos meses, porque “lo más importante es el objetivo”.
Atar a nuevos costos “discrecionales” la tarifa podría ser el objetivo central del gobierno paraguayo. Los costos “discrecionales” pueden también producir dinero de uso discrecional, como los 650 millones de dólares anuales que no fueron metidos en Presupuesto General de Gastos de la Nación.