Desprolijidad y sospechas de presiones en licitación millonaria de la ANDE para modernizar Acaray

La licitación internacional para modernizar la Central Hidroeléctrica Acaray, financiada con USD 125 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), suma ya más de una decena de adendas para cambios en plazos y condiciones, y despiertan sospechas de presiones para favorecer a una empresa con antecedentes judiciales con la ANDE.

La licitación pública internacional convocada por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) para la modernización hidro-electromecánica del Complejo Hidroeléctrico Acaray-Yguazú se encuentra bajo la lupa.

Se debe a un proceso plagado de adendas, prórrogas y cambios sustanciales en el pliego de bases y condiciones iniciales de la licitación internacional convocada.

El llamado, identificado como ID 470438 (LP N° 1903/25) y con un monto estimado de USD 82.147.716, fue publicado el 9 de mayo de 2025. En un inicio, la apertura de ofertas estaba prevista para el 28 de julio, pero el calendario cambió repetidas veces. Hasta la adenda número 16, emitida el 31 de octubre, la ANDE ya había prorrogado el plazo en cinco ocasiones (1 de agosto, 1 de octubre, 20 de octubre y 31 de octubre), estableciendo finalmente como nueva fecha límite el 6 de enero de 2026.

Copia del encabezado de la convocatoria en la web de la DNCP.

Sin embargo, ese mismo 31 de octubre, con la misma numeración de adenda, la ANDE volvió a modificar el cronograma y adelantó inesperadamente el plazo de presentación al viernes 7 de noviembre. Lo más llamativo es que esta modificación se hizo sin dejar rastros en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), donde ya no figura la extensión previa hasta enero de 2026.

En azul se destaca la última fecha para la entrega y apertura de sobres de ofertas.

Otras modificaciones

Entre las modificaciones figuran cambios en la fórmula de ajuste de precios, la extensión del plazo de ejecución de 28 a 36 meses y alteraciones en el porcentaje de reajuste por variación de costos, elementos que en contratos de esta magnitud suelen incidir de forma decisiva en la competencia y el costo final.

Existen importantes empresas a nivel mundial que pueden ser candidatas a este tipo de obras por su especificidad y envergadura. Entre ellas se destacan empresas muy presentes en la historia de la infraestructura paraguaya como Voith, Siemens, ABB, Andritz, General Electric y otras, las cuales han sido pilares en la construcción y actualización de las grandes hidroeléctricas de Paraguay como Itaipú, Yacyretá y la propia Acaray.

Sin embargo, entre otras empresas que se presentaron a la visita técnica, obligatoria para la presentación de ofertas, se encuentra la argentina IMPSA (Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.I.C. y F.).

Los antecedentes de IMPSA

Resulta llamativa la pretensión de IMPSA en el presente llamado, siendo que la empresa arrastra antecedentes conflictivos con la ANDE por incumplimiento de contrato, tras el litigio surgido en los años 2007 y 2009 por los trabajos de repotenciación del grupo generador número 4 de la misma central Acaray.

Aquel contrato derivó en controversias e incumplimiento de contrato que hasta la fecha sigue sin resolverse, lo cual debió haber derivado en sanciones que hoy impedirían la participación de dicha empresa argentina, como debería ocurrir con toda empresa que incumple en sus compromisos con el Estado Paraguayo.

Fuentes del sector energético consultadas por El Prisma señalaron que el proceso “despierta preocupación entre empresas y observadores”, dada la aparente desprolijidad y las versiones sobre presiones ejercidas, según las mismas fuentes.

Las presiones apuntarían a favorecer a la empresa IMPSA (Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.), vinculada a importantes empresarios locales. Al cierre de la presente edición, El Prisma está investigando dichos vínculos y condiciones de participación que pueden incidir a favor de dicha empresa.

El proyecto de modernización apunta a aumentar la potencia nominal total de la planta de 222 MW a 268 MW, lo que representa un incremento del 20% (46 MW), y a extender la vida útil de la central por 30 años más.

Según estimaciones oficiales, la producción anual pasará de 947.000 MWh a más de 1.000.000 MWh, con un impacto positivo en la confiabilidad del sistema eléctrico nacional y la generación de unos 400 empleos directos.

El plan cuenta con financiamiento del BID por USD 125 millones, más una contrapartida local de USD 20 millones. En abril de 2023, la ANDE ya había adjudicado a AFRY Switzerland Ltd. – Latinconsult S.A. (Consorcio AFRY y Asociados) la ingeniería del proyecto y la elaboración de los documentos de licitación, por un monto de USD 10.808.875.

Considerando la magnitud de la inversión y la trascendencia para el plan energético nacional, el ente financiador y la asistencia técnica contratada, el número de adendas y las sucesivas modificaciones, y sobre todo el tiempo que lleva ANDE, se espera la participación de las grandes empresas mencionadas.

Sin embargo, según fuentes allegadas a este medio, existen dudas sobre la transparencia y el rigor técnico del proceso, lo cual podría dificultar o incluso impedir la participación de dichas empresas internacionales, como debería ser exigencia en una competencia limpia con reglas claras.

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