Una experiencia cercana, directa, en pandemia, de insuficiencia de oxigeno, los llevó a elaborar un concentrador de oxígeno. Un prototipo hecho en Paraguay que puede abaratar el costo en salud pública y privada hasta un 50%. Es hora de una apuesta seria por la industria en nuestro país.
Víctor Manuel López tiene 29 años. Es de Lambaré. Acaba de recibirse en ingeniería electrónica con énfasis en electrónica médica. Salud y tecnología.
En el campo laboral de esta carrera de la Facultad de Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción hay un mundo de aplicaciones en equipos de soporte vital, diagnóstico por imágenes, diagnóstico in vitro, entre otras.
Con su compañero Ricardo Paredes decidieron elaborar un prototipo de concentrador de oxígeno justamente por la provisión insuficiente de oxígeno durante la pandemia del COVID 19.
En su caso, en particular, le tocó tener un paciente en la casa que requería el uso de oxigenoterapia. Al recurrir al alquiler de tanques de oxígeno se dieron cuenta de que estos requerían recargas cada dos días y el mercado se encontraba con una alta demanda tanto de tanques de oxígeno como de concentradores de oxígeno. Al sentir que la alta demanda había elevado muchísimo el costo, rebasando posibilidades familiares, le surgió la idea de diseñar un concentrador de oxígeno de bajo costo.
Se dice que la necesidad es la madre de la inventiva.
Ahí está, López y Paredes tienen aprobado el proyecto y presentado el producto.
Para que sea posible su producción en el país se requieren normas internacionales como es la ISO 80601 que está enfocado a la seguridad básica y rendimiento esencial de los equipos de concentradores de oxígeno. Y claro, de una empresa que apueste a la sustitución de importaciones. Importaciones a las que nuestro país se ha acostumbrado tanto por la economía totalmente abierta que se consolidó como política de Estado desde los tiempos del gobierno de Alfredo Stroessner (1954-1989)
Actualmente, esta máquina se trae de China, Estados Unidos o Europa. A diferencia de los comerciales, “nuestro prototipo produce mayor concentración de oxígeno y tiene un costo menor”, nos cuenta para esta nota.
Por los números que han estudiado y han expuesto durante la presentación de su tesis, con la producción en serie se puede ahorrar hasta un 50% de dinero en el sistema público y en el privado. Y, claro, abrir un importante mercado laboral para la gente que se especializa en el área.
Su uso está indicado en pacientes que requieren tratamiento de oxigenoterapia, ya sea por alguna insuficiencia respiratoria o cardíaca causada por alguna patología. Su uso es tanto intra hospitalario como doméstico.
Víctor ya trabaja en el área de salud. En la empresa Medsupar SA, en el área de Diagnóstico in vitro donde desempeña el rol de técnico especialista de equipos de laboratorio de análisis clínicos.
Las cuestiones técnicas
El prototipo presentado puede suministrar una tasa de flujo máximo de 10L/min, con una pureza de oxígeno de 94 +/-5%.
Utiliza la tecnología de adsorción con variación de presión (PSA), también cuenta con alarmas si los parámetros de oxígeno, presión o flujo se encuentran dentro o fuera de rango y también mecanismos de seguridad ante sobre corriente, cortocircuito o alta presión en las líneas.
La finalidad de la tecnología PSA es separar el nitrógeno del aire y obtener como resultado un gas rico en oxígeno utilizando la zeolita como medio filtrante.
