Ante la intención del Viceministerio de Minas y Energía (VMME) de crear 22 nuevas pequeñas hidroeléctricas, para cubrir el crecimiento anual de la demanda de energía, el presidente de Cámara Paraguaya de Biocombustibles y Energías Renovables (Biocap), Massimiliano Corsi, dijo que aquel proyecto “no es la forma más rápida, ni es suficiente frente al crecimiento sostenido de la necesidad de consumo”.
Massimiliano Corsi es un empresario italiano que, además de ser presidente de la Biocap, es miembro ejecutivo de relaciones corporativas y alianzas gremiales de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), CEO y fundador de All Style Italia y accionista en Pioneros de Chaco S.A.
“Lo que funciona, no se cambia”, dice el gobierno
Anteriormente, el titular del VMME, Mauricio Bejarano, en entrevista para El Prisma, dijo que la demanda de consumo energético nacional tiene un crecimiento sostenido del 8% (aunque el año pasado fue de 18%), lo cual representa un problema de abastecimiento eléctrico en un futuro no muy lejano, entre 2027 y 2033 según estimaciones.
Se precisa una inversión de unos USD 1.400 millones para la creación de 22 pequeñas represas, “con el propósito de diversificar la matriz energética nacional y a la vez generar unos 25.000 empleos directos o indirectos”, dijo Bejarano.
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La ley que regula este tipo de proyectos es la N° 3239: De los recursos Hídricos.
Sectores especializados del ámbito energético dudan que este proyecto sea la mejor alternativa para nuestro país debido, esencialmente, a la existencia de otras fuentes de energía renovable que aún no se han implementado en el país desde el Estado.
“Es una opción válida, pero no la más rápida ni suficiente frente al crecimiento sostenido. Requiere años de estudios, inversiones y licencias. Paraguay necesita complementar su matriz con fuentes que puedan implementarse en plazos más cortos”, dijo Massimiliano para El Prisma.
Beneficios de diversificar la generación
Según Massimiliano, aunque este proyecto busque incorporar nuevas infraestructuras, estas siguen siendo de generación hidroeléctrica y que, para diversificar realmente la matriz, el país necesita sumar otras fuentes, como energía solar distribuida, bioenergía, procurar mayor capacidad de almacenamiento y fortalecer la resiliencia del sistema.
Los recursos disponibles en nuestro país son similares a los de Brasil, donde el gobierno aportó con éxito a la generación de energía solar, superando en pocos años los 50 GW instalados
“Es factible, pero debe ir acompañado de otras fuentes. Paraguay podría avanzar más rápido si adopta una estrategia más abierta, complementaria y moderna”, sentenció.
Otro problema, el mal uso de la energía
Para Massimiliano, la generación de energía es casi tan importante como la administración de la misma. “Hoy el país apenas genera USD 2.870 por cada MWh consumido, mientras Uruguay, con una matriz diversifica, genera más de USD 8.000 por MWh. Pero lo preocupante no es cuánto producimos, sino cómo usamos esa energía”, dijo.
El mejor modo de utilizar la energía es asignarla a sectores que generen valor agregado, promoviendo inversiones en cadenas productivas y usando la “energía barata” como incentivo para atraer industrias electro intensivas que generen retorno económico.
“La energía debe estar al servicio de la producción con valor agregado, no del despilfarro ni de modelos extractivos”, finalizó.