La Administración Nacional de Electricidad (ANDE) finalmente había adjudicado a la empresa Rieder & CIA la realización de los trabajos para la “recapacitación y modernización de la subestación de la Central Hidroeléctrica Acaray”, con la firma de un contrato por valor de 25. 902.617 dólares americanos, concretado el pasado 3 de diciembre de 2024.
Sin conocer el dato de la adjudicación, el 18 de diciembre nuestro periódico había publicado como una inminencia la contratación de esta empresa.
La adjudicación de las obras ocurrió casi cinco meses después de que la ANDE publicara los términos de referencia de la “Licitación Pública Internacional número 1.815 de Recapacitación y Modernización de la Subestación Acaray” y casi tres meses después de que la convocante recibiera y abriera las ofertas de las tres empresas que habían presentado las propuestas.
La publicación de nuestro medio señalaba que fuentes muy cercanas a la ANDE indicaron que la empresa de la familia Rieder sería la beneficiada con la adjudicación del contrato, a la vez que recordaba que, según la Contraloría General de la República (CGR), la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) y varias publicaciones periodísticas, esta empresa carga con antecedentes de sobrefacturación y amañamiento de contratos públicos. La misma que, en los últimos 15 años, ganó varias licitaciones públicas de trabajos con el Estado.
Aunque la licitación fue internacional, las tres empresas que presentaron propuestas técnicas y financieras fueron nacionales: las empresas Tecnoedil S.A. Constructora, Consorcio Electro Este (Benito Roggio e Hijos S.A.- Concret Mix S.A.) y Rieder & Cía S.A.C.I.
La oferta de Tecnoedil fue la más baja. Propuso un monto de 25.173.848 de dólares americanos, seguido por Rieder & CIA, que ofertó un presupuesto de 25.902.617 de dólares.
Fuentes anónimas estrechamente vinculadas a la empresa estatal de electricidad habían dicho a este medio que “los directivos de Rieder tienen privilegiados contactos con altos funcionarios de la ANDE”, y la prueba de ello es –habían añadido- que ha ganado varias licitaciones públicas, nacionales e internacionales, en los últimos 15 años, con millonarios contratos para trabajos en el sistema de electricidad y energía del país.
La adjudicación formal de la licitación a la empresa Rieder &CIA, ocurrida ya el pasado 3 de diciembre, viene a confirmar que sus directivos mantienen contactos políticos y comerciales privilegiados con altos funcionarios de la ANDE y con políticos del partido de gobierno.
Rieder & CIA fue adjudicada con las obras pese a sus malos antecedentes en trabajos con el Estado. Uno de los casos más graves es el que involucró a esta empresa en un contrato con el Instituto de Previsión Social (IPS). La CGR remitió un informe, el 4 de abril del 2014, al entonces titular de IPS, Hugo Royg Aranda. En el informe concluyó que, en la licitación número 91/12 para la “adquisición de ambulancias para el IPS”, adjudicada por resolución número 094-008 de noviembre del 2013 a la firma Rieder, por un monto de 10.467.000.000 de guaraníes, hubo una “sobrefacturación de 4.197.000.000” de guaraníes. Contraloría detalló que cada ambulancia fue adquirida por 348.900.000 guaraníes, cuando que su costo real en el mercado era mucho más bajo.
Fuentes relacionadas al Sindicato de Trabajadores de la Ande (Sitrande) habían dicho que “es determinante el contacto político que hayan realizado los dueños de las empresas que ofertan con autoridades del partido de gobierno y de la misma ANDE…”. Estas fuentes habían explicado que “se puede presentar la mejor oferta técnica y financiera, pero si no se realizan gestiones políticas, las posibilidades de no ganar la licitación son muchas”.
El plazo establecido para que la adjudicada termine de realizar las obras de la subestación de la represa es de dos años y seis meses, contados a partir de la adjudicación formal. La licitación pública tiene por objetivo la recapacitación y modernización de las instalaciones de la Subestación Acaray en los patios de 220 kV, 66 kV y 23 kV, “incluyendo la sustitución completa de los equipamientos de potencia (maniobra y medición) instalados actualmente, así como la modernización del Sistema de Medición, Protección, Control y Automatización, de modo a establecer una arquitectura de control moderna, con las ventajas de versatilidad y confiabilidad para la subestación”, según se lee en los términos de referencia de la convocatoria de la licitación.
La convocatoria destaca que “los transformadores de potencia actualmente instalados serán acondicionados con bandejas colectoras de aceite y sistemas anti explosión e incendio, de manera a cumplir con los requerimientos ambientales y de seguridad”.