Por una energía valuada en USD 700 millones, Paraguay recibirá de Brasil solo 170

Por cesión de energía a Brasil este año Paraguay apenas recibirá USD 170 millones. Si esa energía se vende al mercado interno o al mismo Brasil, Paraguay debe obtener, a través de la ANDE, unos USD 700 millones anuales. Y si la tarifa, hoy inflada, corresponde solo a los costos operativos, la ANDE dejaría de perder unos 300 millones.

 

Dos ecuaciones posibles para que la gente no termine cargando con las discrecionalidades y para enfrentar los grandes desafíos infraestructurales.

En el anterior artículo ya habíamos anticipado que la cesión de energía y la tarifa son los grandes temas en la mesa de negociaciones –que se reabrirán en la segunda quincena de diciembre- entre las autoridades brasileras y paraguayas.

La Itaipú Binacional acaba de informar que, por el Anexo C del Tratado, remesó unos USD 430 millones al Estado paraguayo, de enero a noviembre de 2025. Los desembolsos corresponden a royalties, cesión de energía y pagos a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).

De acuerdo con el reporte de la Dirección Financiera de la Entidad, en estos 11 meses del corriente año, fueron remesados USD 227 millones en carácter de royalties y USD 154 millones por cesión de energía al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). A su vez, la ANDE percibió un total de USD 49 millones en concepto de utilidades y resarcimientos de las cargas de administración y supervisión.

La cesión

Cada vez es menos el dinero que el Estado paraguayo recibe por cesión de energía. Si hacemos una proyección del número establecido por cesión en la información de la entidad binacional, por todo el 2025 Paraguay estará recibiendo alrededor de USD 170 millones por cesión.

Esto se debe básicamente al aumento constante de consumo interno de la energía en el país. El año pasado, Paraguay llegó a utilizar 30.8%. Este aumento empezó al entrar en funcionamiento el tendido de 500 kV, (octubre de 2013). Pero de un promedio de 17 a 20 por ciento, el año pasado reventó.

Además del financiamiento de esa línea, por el acuerdo Lugo-Lula (2009) también se había logrado triplicar el precio de la cesión de la energía. Se había pasado entonces de unos USD 120 millones anuales a 360.

Como se podrá ver, aun con el precio triplicado de la cesión, este año Paraguay recibirá apenas USD 170 millones.

Itaipú cuenta con unas 20 turbinas. Cada una de ellas tiene una potencia de 700 MW.

En la actualidad, el mayor peso del consumo interno en Paraguay ya recae en la producción de Itaipú. Lo que se usa de Yacyretá es hasta un 17%, tal como se ha estipulado en el último acuerdo Milei Peña. Y se sabe que nuestra primera central hidroeléctrica, el Acaray, tiene en la actualidad una participación marginal. Su potencia instalada es de 210MW.

En Itaipú, Paraguay cuenta con una potencia instalada de 7.000. El 30% del total (14.000) asciende a 4200. Por lo tanto, el año pasado unos 2.800 MW se han ido a Brasil. O pudieron haber ido. No siempre se produce al máximo. Es probable que al cierre de este año se mantengan los números.

Para tener algún número concreto de referencia, la ANDE cobrará este año a las empresas criptomineras, aquellas que buscan Bitcoin, unos USD 250 millones, por 1000 MW contratados.   

Solo con estos números de referencia, Paraguay, por la cesión, dejó de percibir unos 700 millones. Un número con el que, por lejos, puede resolver el déficit establecido por la ANDE de unos 280 millones anuales.

Pero a esos números hay que sumarles los que la caja grande de Itaipú maneja actualmente con discrecionalidad. Unos 700 millones que el gobierno ha presentado como una conquista histórica, pero cuyo uso no está previsto en el Presupuesto General de Gastos de la Nación.

De dónde sacaron.

Ese dinero es lo que Paraguay “consiguió” por el alza de la tarifa a USD 19,28 Kw-mes. Se lo consiguió metiéndose en la tarifa un costo discrecional al que se lo llamó Gastos Sociales o Gastos Socioambientales. Hasta el 31 de diciembre de 2026. Son 700 millones para la margen derecha (Praguay) e igual monto para la margen izquierda (Brasil). Hablamos de USD 1.400 millones.

Por esa tarifa, arbitrariamente inflada, la ANDE pierde, de acuerdo con la ingeniera Mercedes Canese, exviceminsitra de Minas y Energía, unos 300 millones.

Si esto fuera sí, pues, la ANDE, con que la tarifa fluctúe como el mismo Anexo C lo dice, de acuerdo al costo operativo, superaría el déficit.

Este déficit es el que obliga a esta administración a financiar con préstamos las obras de infraestructura necesarias para la estabilidad y la ampliación del servicio. Es así que las obras previstas para el 2026 se cubrirán en un 55% con préstamos de bancos de desarrollo, y en medida muy menor, donaciones de Taiwán e Itaipú.

Mayor y mayor endeudamiento.

Los números parecen ser muy claros. El diputado Raúl Benítez, luego del encuentro con el presidente de la ANDE, Félix Sosa, ha dicho que ese déficit no debe cubrirse con aumento de la tarifa a usuarios, sino con el dinero que existe en la propia Itaipú por esos denominados gastos sociales.

Hasta ahora el gobierno de Santiago Peña no ha demostrado ningún interés en reorientar el uso de esos fondos que hasta ahora han hecho de Itaipú una especie de súper ministerio de obras públicas y sociales, sin control de los organismos públicos.

Finalmente, tarifa, cesión y venta serán los temas centrales en la reanudación de las negociaciones del Anexo C. 

Cada año que pasa sin la revisión del tratado es año que Paraguay pierde dinero, mucho dinero, coinciden los entendidos en la materia.

El tratado ya debió revisarse en el 2023, a 50 años de la firma del tratado.

 

 

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