IMPSA: la antigua y conflictiva cliente de ANDE que vuelve por otra licitación

La industria metalúrgica, que soportó un rosario de denuncias de amaño en licitaciones convocadas por ANDE y pleitos judiciales con Yacyretá, es indicada como la que ganará la licitación de USD 82 millones para ejecutar la modernización de la represa Acaray.

Cuando ni siquiera se entregaron ni abrieron aún los sobres de ofertas de las empresas que competirán en la licitación pública internacional convocada por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) para la modernización hidro-electromecánica del Complejo Hidroeléctrico Acaray-Yguazú, prevista para este viernes, ya surgieron varias fuentes del sector empresarial energético nacional adelantando que “todo está organizado” para que esta licitación sea adjudicada a Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A. (IMPSA), actualmente propiedad del Consorcio IAF en el que la estadounidense ARC Energy tiene la mayoría de las acciones.

IMPSA es una empresa que en sus inicios perteneció a la familia Pescarmona de la provincia de Mendoza, Argentina. En 2018 cambió su denominación social a “IMPSA S.A.” y en 2021 fue capitalizada por el Estado Nacional de Argentina y el Estado Provincial de Mendoza. En febrero de 2025 fue privatizada por el gobierno de Javier Milei y adquirida por el Consorcio IAF, de capital norteamericano.

Por su participación en la visita técnica a las instalaciones de la represa Acaray y en las reuniones de aclaración técnica, como partes del proceso licitatorio citado, se da por descontado que uno de los sobres de ofertas que se presentará en el acto de entrega y apertura del o los sobres, en el salón auditorio de la ANDE, será de IMPSA.

En el llamado licitatorio, identificado como ID 470438 (LP N° 1903/25), está en juego un monto estimado de USD 82.147.716, que puede ser jugoso para cualquier empresa, e IMPSA parece estar apostando fuerte por sus contactos en la empresa convocante de la licitación para ser beneficiada con el trabajo y el monto.

Un historial de conflictos

Mucho antes de que fuera privatizada, IMPSA dio sus conflictivos y cuestionados pasos por las licitaciones públicas convocadas por la Hidroeléctrica Acaray (a través de ANDE) y la Binacional Yacyretá, participaciones en procesos licitatorios y ejecuciones de obras que se desarrollaron y terminaron mal.

La licitación pública más polémica y cuestionada en la que participó y fue adjudicada ocurrió en el 2007, cuando la ANDE convocó a la licitación pública internacional número 171/07 para la repotenciación de los grupos de generadores 3 y 4 de la Represa Acaray, en la que solo participaron dos ofertas: Alstom Hidro Energía Brasil LTDA., e IMPSA, entonces de entera propiedad de la familia Pescarmona.

Todo el proceso de esta licitación estuvo plagado de denuncias en las que otras empresas del ramo, formal e informalmente interesadas, acusaron que las influencias de IMPSA en la ANDE incidió en que la licitación convocada sea dirigida para que gane esta empresa.

Dos años antes, en junio del 2005, Atilio Lizzi, el representante en Paraguay de la empresa francesa Alstom Power, denunciaba públicamente que la licitación internacional número 94/04 había sido amañada para que la gane IMPSA, y que ese amaño se realizó en la misma ANDE.

Cincos meses antes, en enero del 2005, en el primer llamado de la misma licitación, la empresa Alstom cotizó la oferta con el monto más bajo de las tres ofertas presentadas, pero, de forma sorprendente, fue descalificada por los evaluadores de la ANDE.

El más contundente de los hechos que revelaban la influencia de IMPSA en la ANDE ocurrió en agosto del 2000: la ANDE adjudicó las obras de modernización del Acaray a la empresa Alstom, pero poco tiempo después, por motivos oscuros, anuló la adjudicación.

Todo este enmarañado proceso de postergaciones de una licitación que, según las denuncias, se preparaba para IMPSA, culminó en el 2007 cumpliéndose lo que adelantaron los denunciantes: la adjudicación para la entonces empresa argentina de la provincia de Mendoza, pese a que el monto que cotizó en su oferta para realizar los trabajos excedía un 30% el presupuesto establecido por la ANDE en la convocatoria.

Incumplimiento de contrato

Aunque parezca poco creíble, IMPSA terminó los trabajos de repotenciación de los grupos de generadores 3 y 4 de la represa recién en julio de 2019, nada más y nada menos que 12 años después de haber firmado el contrato de prestación de servicios con la ANDE e iniciado los trabajos.

Este retraso en la culminación de las obras se debió a que la empresa adjudicada había incumplido ciertas cláusulas del contrato.

En una publicación difundida en junio de 2019, Héctor Vera, entonces jefe de la Dirección de Generación de la ANDE, narró que IMPSA incumplió el contrato al subcontratar a una empresa venezolana para que realice partes del trabajo, pero que esta denunció que nunca le había pagado por el trabajo, para luego judicializarlo. Este ingreso a los estados judiciales interrumpió la ejecución de las obras.

Vera contó que IMPSA ya había cobrado el 50% del monto del contrato, que era de alrededor de USD 9 millones. Luego, en una audiencia de conciliación con la ANDE -siguiendo con el relato de Vera-, IMPSA se comprometió a subsanar su incumplimiento y a resarcir todos los perjuicios que causó a la ANDE. Así, continuaron con los trabajos hasta terminarse en julio de 2019.

Pleito judicial con Yacyretá

El 23 de diciembre de 2019, IMPSA presentó una medida cautelar ante el Poder Judicial de Argentina con jurisdicción en Buenos Aires. La acción apuntó a suspender durante 50 días hábiles la ejecución del contrato firmado por la represa Yacyretá con la multinacional Voith Hydro, “para el suministro de las turbinas y otros equipamientos para la central hidroeléctrica”.

La medida cautelar debía estar en vigencia hasta que Yacyretá entregase a la accionante “copia íntegra y completa del expediente (y todos sus anexos) de la licitación para poder ser compulsado y analizado tanto en lo referente a los aspectos legales, técnicos y económicos”.

El hecho judicial fue una derivación del resultado de la licitación pública internacional número 669/19, para la construcción de las obras de la hidroeléctrica en las zonas del río Paraguay denominadas Brazo Aña Cuá.  En esta había presentado su oferta IMPSA, pero perdió, siendo la adjudicada Voith Hydro.

Esta judicialización de las obras recién terminó en marzo del 2021, más de un año después de iniciado el pleito, con la resolución de la Cámara Contencioso Administrativo Federal de Argentina, que hizo lugar al recurso de apelación que habían presentado las autoridades de la hidroeléctrica contra aquella medida cautelar. Con esto, se retomaron, con mucho retraso, las obras del Aña Cuá.

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