La planta solar flotante en una hectárea del embalse de Itaipú fue recientemente energizada. Entrará así en un período de prueba de seis meses. En la búsqueda de nueva fuente de energía eléctrica, Paraguay propone minar el embalse, de unas 134.000 hectáreas, con paneles solares flotantes.
La energizaron al recordarse 47 años de la voladura que desvió el río Paraná aquel 20 de octubre de 1978. Ahora ha entrado en período de ajuste. La generación de energía solar en el embalse de Itaipú es una de las propuestas que el gobierno paraguayo baraja en la mesa de las congeladas negociaciones del Anexo C
El acto de energización, consistente en darle vida a los transformadores, la sala de celdas y los componentes de generación, fue anunciado como “un nuevo capítulo en la historia energética del Paraguay”.
La planta fotovoltaica ubicada en el embalse de Itaipú cuenta 1.584 paneles solares bifaciales dispuestos sobre 4.199 flotadores, sumando una potencia instalada de 1.116 kilovatios pico (kWp). Cada panel solar bifacial de 705 W, de fabricación especial para la planta, tiene una vida útil de 30 años.
La energía que produzca esta planta solar será utilizada para alimentar el área prioritaria de la Margen Derecha, Paraguay.
“La Binacional se posiciona como un referente regional en energías renovables de última generación, fortaleciendo su estrategia de diversificación de la matriz energética paraguaya”, asumió en su comunicado la entidad dirigida hoy, en el lado paraguayo, por Justo Zacarías Irún.
Fue en un foro sobre energía de la Junta de Gobierno del Partido Colorado que el director paraguayo habló por primera vez de la idea de hacer en el embalse la “la mayor fuente de generación” fotovoltaica.
Dijo entonces que en todo el perímetro del embalse se pueden ubicar los paneles solares flotantes.
Según el súper Intendente de Energías Renovables de Itaipú, Pedro Domaniczky, en tan solo 13.000 hectáreas, diez por ciento del embalse, con paneles solares flotantes se podría contar con 13.000 MW de potencia. Actualmente, con las 20 turbinas, Itaipú produce, en su mejor momento, 14.000. O tiene capacidad de hacerlo.
Las negociaciones
Nos han confiado a El Prisma que la generación de energía fotovoltaica en el embalse de Itaipú es una de las cartas en la mesa de la suspendida negociación del tratado de Itaipú. Este 1 de noviembre harán siete meses de la decisión del gobierno paraguayo de congelarla, justificando la acción en el hecho de que el gobierno brasilero, en el tiempo del presidente Jair Bolsonaro, había espiado a las autoridades paraguayas.
A principios de diciembre se podrían retomar las conversaciones aprovechando el posible encuentro entre los presidentes Luiz Inácio Lula Da Silva y Santiago Peña durante el acto de inauguración del Puente de la Integración, Presidente Franco-Foz de Yguazú, sobre el río Paraná.
La generación de nuevas fuentes de energía es tomada hoy como una prioridad, sobre todo después de que en el 2024 se diera a conocer un consumo de energía en Paraguay con un 18 por ciento de aumento en relación con el 2023.
Desde entonces se cruzan los pronósticos entre quienes advierten que ya en el 2030 Paraguay pasaría a tener dificultades con la provisión de la energía eléctrica y entre los que hablan de 2035 como punto de quiebre.
Los números se van ajustando. Ciertamente, por primera vez, Paraguay consumió, en el 2024, el 30.8% de la potencia producida por Itaipú. El 60% de lo que le corresponde. Entonces cedió a Brasil 40%, cesión por la cual ingresó al Estado paraguayo, en ese rubro, USD 240 millones.
Como lo habíamos adelantado en un artículo de El Prisma, los brasileros retomarán las negociaciones con una fuerte presión por bajar la tarifa a su costo operativo. Es decir, desmontar el alza a 19,28 Kw-mes que Paraguay lo presentó como una conquista histórica, al ubicarse en la tarifa un costo “discrecional”: Gastos Sociales. Entre Paraguay y Brasil estos gastos sociales nuevos ascienden a USD 1.300 millones.
El gobierno paraguayo lo está utilizando para una cantidad de obras que no pasan por el control de organismos públicos.
Este costo “discrecional”, así lo establece el Acta de Entendimiento de abril de 2024, debe desaparecer el 31 de diciembre de 2026. De ahí en más, según la propia acta, la tarifa incorporará solo los gastos operativos, así como se establece en el propio Anexo C.
Pero Paraguay anda con una batería de nuevas propuestas. Entre estas, minar el embalse de paneles solares.
Según el entonces vocero paraguayo de las negociaciones, el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, entre Paraguay y Brasil ya se habían alcanzado acuerdos en un 80 por ciento de los temas.
En relación con la propuesta de generación fotovoltaica, Pedro Domaniczky sostiene que también las autoridades brasileras están muy atentas al desarrollo del proyecto de los paneles solares flotantes y que cree que pueden acompañar un emprendimiento muy superior.