El ingeniero Pedro Ferreira, expresidente de la ANDE, señaló razones de por qué el gobierno de Santiago Peña podría congelar sin fecha las negociaciones con el Brasil, cuya finalización se había previsto para mayo próximo.
“Uno de los elementos que me llevan a advertir que el actual gobierno de Peña puede congelar sin fecha la renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú es que, si esto culmina, a partir del 31 de diciembre del 2026 ya no contará discrecionalmente con el montón de dinero del que hace años dispone en concepto de “gastos sociales”, arriesga Ferreira, docente universitario y también expresidente de IPS. Y –agrega- se acabará porque con la finalización de la renegociación que dará paso a un nuevo Anexo C.
“El actual gobierno y los venideros estarán obligados a transparentar los famosos gastos sociales y todo el manejo financiero de la represa”, determina.
En mayo del 2024, el gobierno nacional celebró con bombos y platillos el acuerdo al que llegó con el Brasil en torno a la hidroeléctrica binacional. Mediante este acuerdo, se fijó una tarifa de USD 19,28 Kw/mes hasta el 2026. De esta manera, dijeron los voceros del gobierno, este acuerdo generará alrededor de 280 millones en ingresos por royalties, 650 millones para inversión social, 265 millones por compensación de energía y 53 millones en utilidades de capital y otros, los que ascenderían a un monto total de 1.250 millones por año.
“Sí, como afirmaron el año pasado, recibirán entre 2024 y 2026 alrededor de 1.250 millones de dólares y lo gastarán con el régimen de la no transparencia y la discrecionalidad, como siempre lo han hecho. ¿Por que querrían dejar este sistema que les beneficia?”, se pregunta Ferreira.
En febrero de este año, el gobierno anunció que en mayo que vienen se terminarán las negociaciones, y que ya se contará con nuevo anexo que, sin embargo, requerirá tiempo para su aplicación concreta, porque debe pasar por su aprobación en los congresos de ambos países y por una adecuación administrativa y financiera.
Teniendo en cuenta estos elementos, nuestro entrevistado señaló que lo lógico es “pensar que el actual gobierno instruirá a sus negociadores a dilatar sine die (sin día) la fecha de finalización de la renegociación del tratado”.
La actual suspensión, la prueba
Ferreira afirmó que el indicador más sólido de que Peña y sus negociadores apuntan posponer sin límites las negociaciones para seguir disfrutando del uso discrecional del dinero de la Itaipú, “es la desconcertante decisión del presidente de la República de suspender las actuales negociaciones porque Brasil espió a los negociadores paraguayos…”.
El pasado 1 de abril, el canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano anunció que quedaban suspendidas todas las negociaciones del Anexo C del tratado de Itaipú, hasta tanto el Brasil brinde las aclaraciones correspondientes, a satisfacción del Gobierno de la República del Paraguay, sobre el hackeo por parte del vecino país durante el gobierno de Jair Bolsonaro y parte del gobierno de Lula Da Silva en torno a las negociaciones.
“¿Quién es el que pierde en las negociaciones si estas se suspenden?”, se pregunta Ferreira, y responde: “…cualquier persona de mediana inteligencia sabe que es Paraguay el que pierde, porque seguirá recibiendo una miserable tajada de una riqueza inmensa que, sin embargo, le debería corresponder la mitad…”.
“Con gusto Brasil recibirá esta suspensión, y te aseguro que a partir de ahora se hará el enojado, el ofendido, para no retomar la renegociación que escriba un nuevo Anexo C, porque obviamente la actual le conviene…”, señaló el expresidente de la ANDE.