Qué hacer con el 40% de excedente de Itaipú

Paraguay aún cuenta con un 40% de excedente de la energía producida por Itaipú. En la cesión de dicha energía, de Brasil solo recibió UDS 240 millones el año pasado. Expertos sostienen que, con la venta, esto puede cuatriplicarse. Es decir, llegar a USD 960 millones. Aquí les presentamos un panorama entre los intereses del gobierno de Peña, las demandas de inversión de la ANDE, las pérdidas de energía y los deseos de los centros de datos.

Por Julio Benegas Vidallet

El año pasado se ha alterado sustancialmente la proyección de consumo de energía eléctrica en el país. Del 6% proyectado por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), saltó a un número que nadie imaginó: 18%.

De la media del 17 a 20% utilizada de la energía excedente, la ANDE llegó a contratar el 30.8 por ciento en el 2024. Con esto, Paraguay llegó a usar 60.7% de su parte, quedando un remanente de 39.3%

El excedente de la energía de Itaipú (que Paraguay no utiliza) es todavía, aunque cada vez menos, materia de tira y afloja.

Según el vocero paraguayo de las negociaciones del Anexo C, el ministro de Industria y Comercio Javier Giménez, Paraguay debe pensar ya en utilizar toda la energía producida en Itaipú y en Yacyretá. Este es el norte del gobierno en las negociaciones, había señalado en entrevista con El Prisma. Con esto se sobreentendía que el gobierno no pensaba -o dejaba en un lugar mínimo- convertir la cesión de la energía en venta directa.

Evidentemente, la prioridad del gobierno ya se ha consumado, cuando en el acuerdo de entendimiento de abril, firmado el 7 de mayo de 2024, ubicaron en el costo de la tarifa los gastos sociales. Son unos USD 650 millones anuales hasta diciembre de 2026. Con esta absorción en el costo de la tarifa, esta se disparó a 19,28 Kw-mes.

Ese dinero y otros de la contabilidad de la entidad son los que están convirtiendo a Itaipú en una especie de “gran gestor de gobierno” de Santiago Peña. Un dinero que no ha pasado, ni piensan hacerlo, por el Presupuesto General de Gastos de la Nación y se está utilizando para obras, seguridad y otros rubros. Para la mayoría de los entendidos de la materia, deberían pasar por el Presupuesto General de Gastos y, por sentido común, al decir de la ex directora financiera de la entidad, Gladys Benegas, para sufragar las inversiones imprescindibles de la ANDE para poner a punto las líneas de transmisión y la subestaciones.

Sustitución de transformadores de la hidroeléctrica de Acaray

LAS INVERSIONES QUE NO SE HICIERON

En el último informe del Institutos de Profesionales del Sector Eléctrico (IPPSE), del 2021 a la fecha no se realizaron inversiones necesarias que orillaban los USD. 1.200 millones. Y que, proyectando al 2030, estas inversiones necesarias demandarían cerca de USD 3.000 millones.

Es así que la idea del gobierno de utilizar completamente la energía en el consumo interno no presenta coherencia en el relato con las necesidades para poner a punto las líneas de transmisión y las subestaciones.

El propio presidente de la ANDE, el ingeniero Félix Sosa, ha asumido que el 25% de la energía contratada de las binacionales y de Acaray se pierden por problemas en la transmisión (las columnas altas que traen la energía de las hidroeléctricas) y la falta de subestaciones. Según IPPSE, 8 líneas de transmisión y 14 subestaciones faltan a consecuencia de la desinversión.

Igualmente, Sosa ha asumido que el aumento del 18%  de consumo de energía en el 2024 se debió básicamente a la proliferación de las granjas criptomineras.

De alrededor de 160 establecimientos existentes en el país, solo unos 60 son legales. Es decir, que pagan la tarifa establecida por la ANDE para el rubro. El resto se cuelga, con potentes transformadores, del tendido eléctrico en forma clandestina.

Esta es una situación que ha generado otra gran carga para la ANDE. Entre asistir a apagones, reparaciones varias, sus trabajadores deben también hacerse cargo de perseguir a los mineros de activos digitales que pululan.

El Prisma ha calculado, utilizando números de la ANDE y haciendo proyecciones sobre los establecimientos ilegales, que la minería de activos digitales utiliza en torno del 25% de la energía contratada.

Entonces, entre pérdida por problemas en la transmisión, distribución y la criptominería se va el 50% de la energía eléctrica en nuestro país.

 

LOS DATA CENTER

Anteayer, los voceros del GIPSE, Grupo de Investigación en Sistemas Energéticos (GISE) de la Facultad Politécnica de la UNA, presentaron un informe en el que sostienen que los problemas financieros de la ANDE se pueden rápidamente resolver si es que se vende la energía excedente de las binacionales a los centros de datos.

Los centros de datos son enormes depósitos de procesadores informáticos. Allí se pueden hospedar servidores para Inteligencia Artificial y activos digitales, ambos rubros de uso intensivo de energía. La empresa emblema en servicios de este tipo en el país es Penguin, cuya sede se encuentra en Hernandarias.

Durante la presentación, el investigador Daniel Ríos asumió que Paraguay podría contar todavía con un excedente energético por 10 años.

Y que, en vez de cederlo, se puede cuatriplicar el dinero que ingresa por la energía de Itaipú.

De acuerdo con la investigación, Paraguay podría juntar USD 2.587 millones entre 2024 y 2027 si se vendiera a los centros de datos.

En el Acuerdo de Entendimiento firmado el 7 de abril se estableció que, una vez revisado el Anexo C de Itaipú, Paraguay podrá vender su energía al mercado brasilero.

Brasil juega sus cartas para seguir utilizando, lo más que pueda, el excedente de la Margen Derecha. Fue así que accedió a incorporar un costo “discrecional” en la tarifa: los gastos sociales hasta el 31 de diciembre del 2026. En el mismo acuerdo, metió una cláusula: a partir del 2027 la tarifa únicamente corresponderá al costo operativo, sin “costos discrecionales”.

Las negociaciones del Anexo C debieron culminar el 31 de diciembre del 2024. De largas al asunto, finalmente las autoridades paraguayas y brasileras definieron cerrar a más tardar el 30 de mayo de este año.

El Anexo C es el anexo del tratado que establece la tarifa y que ha incorporado el concepto de cesión de la energía excedente a Brasil en vez de venta. Entonces, desde junio Paraguay debería quedar liberado para vender su energía excedente.

Pero…

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