Itaipú anuncia que esta semana empezará la instalación de los paneles solares flotantes

Ya todos los materiales están. Ahora se realizan las inspecciones finales de los mismos. Si “el clima lo permite”, la primera experiencia de planta de energía solar flotante comenzará, con su instalación, esta semana. Con este proyecto se pretende dar un inicio formal a la búsqueda de nuevas formas de producción energética en el país.

 

El aumento creciente de la demanda de consumo de energía eléctrica en Paraguay, inicialmente proyectado en un 5 a 10 por ciento anuales, trepó el año pasado a 18 por ciento, situación que generó alarma en diversos sectores y reavivó los diversos planes en carpeta. Uno de ellos, de los tantos, es el de instalar paneles solares flotantes en el embalse de Itaipú.

En el artículo anterior, nos habíamos preguntado si era posible una Itaipú de paneles solares. El director Justo Zacarías Irún había dicho en un foro energético organizado por el Partido Colorado que Itaipú contaba con unas 120 mil hectáreas (utilizando esta medida que se usa para la tierra) hectáreas en el embalse de la margen derecha. El embalse es esa enorme palangana de agua que rodea la central.

El actual proyecto contempla la instalación de la primera Planta Solar Flotante (PSF). Alberga el mismo la colocación de diez segmentos (conjunto modular conformado por varios flotadores interconectados que forman una unidad estructural de la planta solar que dotarán a la infraestructura con una capacidad total de 1.116,72 kWp (kilovatio pico).

Según Pedro Domaniczky, superintendente de Energías Renovables de la Margen Derecha de la Entidad, actualmente se realizan las inspecciones finales y la verificación de los 1.650 paneles solares bifaciales que serán montados sobre 4.200 flotadores que conforman la PSF.

El ingeniero Domaniczky explica en qué momento están.

“Estamos avanzando en la apertura de los palets con los equipos para las verificaciones puntuales. Posteriormente, iremos coordinando con los marcos estructurales para el lanzamiento en unos días más al embalse de ITAIPU, con los sistemas de anclaje que ya están instalados”, explicó el profesional.

Según el informe de Itaipú, los módulos solares, de 705 vatios pico cada uno, cuentan con una vida útil estimada de 30 años, certificaciones internacionales de calidad y resistencia a condiciones ambientales exigentes, como vientos de hasta 210 km por hora.

Al mismo tiempo avanzan las obras civiles y el tendido de cables de media tensión que conectarán el sistema flotante con la sala de celdas de la Margen Derecha. Los soportes de duro aluminio, diseñados para ambientes acuáticos, están siendo utilizados en los soportes.

Desde Itaipú éste es considerado “un paso histórico hacia la diversificación de la matriz energética paraguaya mediante fuentes renovables e innovadoras”.

Zacarías Irún ha dicho también que existe muy buena predisposición de la parte brasileña para avanzar en el proyecto de nuevas fuentes de energía renovable. En este caso, para la instalación de una especie de parques solares acuáticos. Unos paneles en la superficie de la gran cantidad de agua que, como lo mencionamos, rodea las instalaciones de la hidroeléctrica.

 

El congelamiento de las relaciones

Las conversaciones con Brasil en torno de Itaipú han quedado completamente paralizadas. El gobierno paraguayo las ha congelado con la justificación de que necesitaba una información oficial sobre aquellos episodios de espionaje que se dieron durante el primer período del gobierno de Jair Bolsonaro. Las negociaciones en torno del Anexo C, a más de 50 años del tratado, quedaron así estancadas, aunque el gobierno paraguayo ha logrado su aparentemente objetivo, cual era elevar la tarifa de la energía de modo a introducir el rubro de Gastos Sociales que actualmente lo utiliza para muchos emprendimientos. Unos USD 650 millones anuales.

Luego, en el plano internacional, sucedieron varias cuestiones que fueron alejando a ambos gobiernos: las deportaciones masivas desde Estados Unidos, los aranceles impuestos por este gobierno, los ataques israelíes a la Gaza y más recientemente el envío de barcos de guerra y misiles en el mar Caribe, para controlar “el narcotráfico”.

En todas estas cuestiones, Brasil ha estado de un lado y Paraguay de otro.

El gobierno se ha llamado a silencio en torno de las negociaciones. Y Brasil, con los aranceles impuestos por Estados Unidos para sus productos y la denominación de “amenaza” para la seguridad nacional de Estados Unidos, tampoco ha mostrado mucho interés de reanudar las conversaciones.

 

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