La medida unilateral de Argentina sobre el transbordo de combustibles le movió el piso al gobierno paraguayo

Es que esta mudanza puede significar un enorme sobrecosto de transporte, uno de los principales costos del precio final de derivados de petróleo. Sobre la decisión unilateral del gobierno argentino, el paraguayo, declarado muy “amigo de Javier Milei” se sacude y pide que se levante la medida. El tema, además, devela, nuevamente, la completa dependencia de Paraguay del mercado internacional de petróleo y sus derivados.

 

El kilómetro 171 del Río Paraná saltó a la fama. Desde 1981, en un ramal del Paraná denominado Paraná Guasu, se hacen los transbordos de combustible para Paraguay, También para Bolivia, pero en menor medida. El total de las importaciones de combustibles de Paraguay viene en buques marítimos.

Está a 171 kilómetros del Río de la Plata, desde donde se cuenta el brazo principal. Como es un lugar ancho y profundo, los buques tienen posibilidad de encallar ahí. Hasta ahí van las barcazas con banderas paraguayas para “chupar” gasoil y nafta. Esto que es uso y costumbre por décadas, ahora está entredicho. El gobierno argentino, a través de la Agencia de Control Aduanero, estableció que, desde fin de este mes, este transbordo se realice en puertos establecidos, en los alrededores.

Por el actual transbordo “no se paga nada” (las comillas son de redacción). Es como una zona liberada. Ahora, con esta medida, se deberá pagar “todo”. Entradas, días de permanencia y servicios aduaneros de control. Dinero para los puertos, algunos privados, y para el Estado argentino.

El presidente de los armadores (así se les denomina a los dueños de las barcazas), Bern Gunther, sostiene que esta alteración “unilateral” del Estado argentino significará hasta un 70 por ciento de sobrecosto en logística.

Veamos por qué

Según Gunther, hasta USD 40.000 dólares por día de espera se paga. Luego hay que pagar tripulación, estibadores, tasas portuarias. Lo que actualmente se hace en tres días (por el calado natural de 40 pies) habrá que hacerlo “en ocho y diez días”.

En logística naviera, más fletes terrestres, en fin, en todo lo que es el traslado de productos de estas características pueden significar hasta un 30 por ciento del costo final en el producto. Es decir, una alteración grande, como la que se prevé ahora,  “afectará gravemente en el precio final”, advierte Gunther.

Qué ha hecho el gobierno

Movido por los armadores, el gobierno paraguayo pidió formalmente el levantamiento de la medida, según manifestó el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez.

Y luego de una reunión en Mburuvicha Róga, el director de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), Oscar Orué, informó que este jueves 10 de julio tendrá una reunión con su par argentino, Juan Pazo, para abordar el tema.

“Hay muy buena predisposición” del gobierno argentino, sostuvo luego de la reunión en Mburuvicha Róga.

La completa dependencia del mercado internacional

En Paraguay al año se importan más de 2.600 millones de litros para echar a rodar un sistema de transporte completamente movido a gasoíl y nafta (salvando los buses eléctricos de Ciudad del Este).  Por esta cantidad importada, al  año salen del país USD 2.249.040.000 para la compra de nafta y diésel. Y al no haber refinería, o estar está en desuso desde el 2004, se importan los productos terminados, aunque acá hay un poco de mezcla con alcohol, que, otra vez, según las últimas averiguaciones, se importa en buena cantidad.

La dependencia aumenta al saber que la mayor parte de la misma población se traslada en vehículos individuales, autos y motos. Tan solo el ocho por ciento lo hace en transporte público, según el último informe del Banco Mundial sobre la situación paraguaya.

 

 

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