En su aniversario 488, le acercamos a nuestros lectores la Asunción desde la mirada, melancólica, mordaz y risueña, de Carlos Martini. En los recodos de su memoria el centro de nuestra ciudad capital envuelto de “puras añoranzas”.
Carlos Martini es un asunceno de clase media formada. Intelectual, erudito en obras literarias, algo de cine y alguna vez en ciencias políticas. Alguien que ha nacido y vive en Asunción con sus luces y sus sombras, como gustaba decir cuando, en otros tiempos, hablaba de la transición a la democracia, una transición que hoy no se sabe si se asemeja más a caminar por el desierto de Sahara o escalar la Cordillera de los Andes.
Hincha de Guaraní, es conductor de radio y de televisión. Pero los más grandes tal vez lo recuerden también como un gran analista político, y si fuéramos un poco más, a principio de los 90, como referente de un espacio político dentro del Partido Revolucionario Febrerista.
Eran épocas de mucho entusiasmo y expectativas luego de la caída de Alfredo Stroessner.
Ávido lector y escritor, antes de ensayos políticos, ahora de obras literarias, está embarcado, también, en su cuarta novela.
Entre sus labores periodísticas y literarias, se toma café y Coca Cola, come su media luna y lee, por ahora, novelas, en el shopping Mcal. López.
La gente se acerca y se toma fotos con él. A veces escribe una escueta reseña del encuentro.
Martini tiene una memoria feroz, risueña y doliente, de la ciudad de Asunción y del centro asunceno.
Así que, en un nuevo aniversario de esta ciudad, el aniversario 488, él siente que en la ciudad las cosas van mal, “con una excepción”.
La ve con calles y veredas destruidas, subempleo, informalidad y tremendas desigualdades; sistema de transporte desastroso, perdida de población, marginalidad ya como parte del paisaje y la pobreza extrema que se refleja en las esquinas.
Pero siente como un punto muy positivo que en esta misma ciudad, de tantos contrastes, es “cada vez más intensa y plural la actividad cultural: el teatro, las artes plásticas, la publicación permanente de libros, el cine y los conciertos.
“Esta es la cara luminosa de mi amor eterno: la ciudad de Asuncion”.
En lo referido a esos contrastes y el estado general de la ciudad, estos escenarios le producen tristeza y melancolía.
“Lo que me explican los urbanistas es que no debe extrañar lo que ellos llaman nuevas centralidades. Dos ejemplos: zona Villa Morra en torno a los shoppings Villamorra y Mcal. Lopez y zona Shoppings del Sol y la Galería”, suelta, como primer cuadro de esa gradual transformación de la ciudad.
Ciertamente, las inversiones de grandes capitales han ido hacia el este, hacia ese otro centro asunceno que configura lo que también se denomina el eje corporativo.
El Prisma: -¿Y el centro?
Puras añoranzas. En algunas noches al salir del Villa Morra Shopping tomo el vehículo y voy a recorrer Palma, Estrella, la Avda. Quinta y me voy relatando en voz baja los negocios que estaban en otros tiempos, y hasta creo que puedo tomar un helado en El Vertúa o comprar un disco de vinilo en Music Hall, alguna camisa en Lancaster, para luego ver Dr Zhivago en el Roma e ir a cenar al Rincón Guaraní o al Rosedal o al Triángulo, o al Futuro o al Hermitage…y hasta creer que Raimundo Aguilera sigue en el arco de Guaraní…y hasta me veo palmeando con tal de verlas a las chicas de La Provi (Colegio La Providencia)
A sus 67 años, Martini ha vivido la más diversa transformación en el centro de la ciudad, entre tantas, el cierre del Ferrocarril Carlos Antonio López (1994), del Puerto de Asunción (2014), la desaparición de antiguos bancos y financieras durante las crisis de los 90, de la fuente de agua de la ahora Plaza de la Democracia, del tranvía…
En esos cambios sin aparente planificación urbana y económica, asume que ya no entrevista a intendentes porque “sus promesas con relación al centro se repiten…”
“Además, qué es eso de llamarle Microcentro a ese espacio mítico. Es el centro y punto”, resuelve.
Este centro, a su criterio metafórico vive solo en las noches en que gana la selección nacional de fútbol y los festejos frente al Oratorio y el Panteón de los Héroes (Palma y Chile)
“Así que llego a casa cerca de la medianoche y programo una y otra vez Paraguaýpe (guarania de José Asunción Flores) y En cualquier primavera…(poema canción de Humberto Rubín)”
-Qué prioridades creés que se deben asumir desde la perspectiva de ciudad capital y su centro histórico
A esta pregunta, mi única respuesta posible es que para mí el futuro es una tierra extraña. Allí recurro a entrevistas a urbanistas. No estoy seguro, pero creo que fue el inolvidable poeta Jacobo Rauskin el que escribió lo siguiente:
“La nostalgia es la verdadera patria de los náufragos”.