El hidrógeno verde se saca del agua y es uno de los proyectos que el Estado paraguayo está desarrollando para diversificar su matriz energética.
Paraguay es un país que tiene agua abundante, gracias a su rico sistema de ríos y sus acuíferos. Aprovecha esta abundancia para generar energía eléctrica del agua, principalmente del inmenso caudal del río Paraná, que comparte con Brasil y Argentina. Las represas de las dos grandes hidroeléctricas que comparte con Argentina (Yacyretá) y Brasil (Itaipú) fueron construidas sobre el cauce del Paraná.
Esta abundancia hídrica quiere ser aprovechada ahora para generar otro tipo de energía: el hidrógeno verde, una energía limpia, renovable, que se puede extraer del agua. Es un proyecto que puede diversificar más la fuente de energía del país, hoy muy dependiente de la, aunque también limpia, energía hidroeléctrica. Y sobre todo porque se avecina una escasez de energía eléctrica en el país por el constante aumento de la demanda de consumo de electricidad por parte de la población, las fábricas e industrias.
Cómo se genera hidrógeno verde
El agua es una sustancia cuya molécula está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O). Esta agua en estado líquido se descompone separando el hidrógeno del oxígeno. Una vez separados, interviene la tecnología diseñada por el ser humano para la generación de la energía verde.
Gustavo Riveros, ingeniero electromecánico, docente universitario e integrante del equipo de expertos en energía renovable del Parque Tecnológico de Itaipú (PTI), explica con sencillez cómo están investigando y experimentando en la producción del hidrógeno verde.
Tomamos el agua -cuenta Riveros- y la derramamos en este aparato que se llama electrolizador. Este aparato funciona con energía eléctrica, que es una energía limpia. El electrolizador, una tecnología, rompe la molécula del agua en hidrógeno y oxígeno y hace que corran por canales separados.
Esta es la primera parte del proceso de generación del hidrógeno verde. Una vez descompuestas las dos químicas del agua, se entra en la segunda parte del proceso de generación.
Ahora el hidrógeno y el oxígeno -continúa Riveros-, a través de estas estos conductos de plástico, se derraman en este conversor de energía, una tecnología que se llama celda de combustión. Este conversor vuelve a juntar ambos elementos químicos del agua y los convierte en hidrógeno verde.

Este proceso de generación narrado revela que, para que el hidrógeno sea verde, debe salir de fuentes de energía limpia. En este caso el hidrógeno sale del agua y de la energía eléctrica, que es energía limpia.
Riveros se adelanta y aclara una confusión común: el hidrógeno también puede ser extraída de una energía sucia, contaminante, como el petróleo o el gas natural. Si se usa como fuente de generación del hidrógeno energía fósil, entonces este hidrógeno no será verde, será gris, según la convención de colores que se usa para denominador los tipos de hidrógenos. Ejemplos de hidrógeno gris son la nafta y el diésel, los combustibles para motores que contaminante el medio ambiente.
El proyecto del PTI
Nuestro entrevistado en realidad está relatando lo que describe una maqueta que está frente a nosotros y que muestra el proceso de generación del hidrógeno verde. Una maqueta instalada en el stand del PTI expuesta en el reciente Encuentro Regional de Energía organizado en Ciudad del Este por el Consejo Internacional de Grandes Redes Eléctricas (CIGRE), capítulo Paraguay.
La maqueta expone uno de los más ambiciosos proyecto del PTI: la investigación y experimentación en pequeña escala de la generación de hidrógeno verde para una futura producción y uso a gran escala en el país. El objetivo: que el hidrógeno verde, una energía limpia, renovable, sea en el futuro una de las energías que diversifique la matriz energética de Paraguay para que no dependa solamente de la energía eléctrica.
Para fines de este 2025 -nos cuenta Riveros- el PTI tendrá lista la primera Planta Generadora de Hidrógeno Verde, como resultado de la investigación y experimentación que realizaron en laboratorio. Esta planta permitirá producir esta energía limpia, producir una cantidad suficiente como para desarrollar proyectos concretos de uso de hidrógeno verde en, por ejemplo, el transporte público.
Una energía incipiente en el mundo
El hidrógeno verde es un tipo de energía limpia que, comparado con la energía solar o incluso la eólica, por ejemplo, está en sus inicios en los países del mundo. Sin embargo, países como China, España, EE.UU. y varios países árabes están avanzando más que las demás naciones en su experimentación, producción y uso.
“Y no es por una cuestión de ventajas económicas su generción. Es una por una causa ecológica: el hidrógeno verde es una energía baja en emisión de gases de efecto invernadero, no contaminante del medio ambiente, no contribuye al calentamiento del planeta. Es por una cuestión de supervivencia de la especie”, comenta Riveros.
¿Pero porqué razones no se produce y us aún a gran escala el hidrógeno verde?
El ingeniero Juan Domaniczky, presidente de la Asociación Paraguaya de Hidrógeno y excoordinador del Centro de Innovación de Tecnologías Energéticas del PTI, afirma que la causa es económica.
“El tema del financiamiento y la especulación financiera es lo que limita a todo tipo de proyectos. Hubo proyectos de muy buena perspectiva que no prosperaron, porque no cuadraron económicamente”, dijo Domaniczky.
Es decir, si los inversores y empresarios del sector energético no ven una ganancia rápida en un tipo de energía, no invierten ni gestionan la generación de esta energía. “Salvo que el Estado defina una política pública de promoción de una energía y decida, con dinero público, invertir para un resultado a mediano o largo plazo”, explica Riveros.
Domaneczky cuenta que hubo un proyecto con la marca alemana BMW, en el 2008, para crear un motor de combustión con base de hidrógeno. Que también hubo otro en el que el gobierno alemán iba a donar dos plantas de hidrógeno, uno en Itaipú y otro para la ANDE. Pero no se concretó. Fueron proyectos fallidos, dijo.
Un ejemplo a imitar -relata Domaneczky- es el caso de Chile. El Estado de este país no se fijó tanto en los costos, sino en trazar un objetivo final y construirlo teniendo, incluso, menos condiciones que Paraguay en cuanto a recursos hídricos y energéticos renovables, dice el ingeniero. Chile aplicará el hidrógeno verde para su extracción y producción minera.
No solo el PTI está experimentando con el hidrógeno verde en Paraguay.
Investigadores de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) están participando desde el 2022 en un conjunto de estudios que se realiza entre universidades de América del Sur sobre el potencial de producción de hidrógeno verde y sus aplicaciones en Paraguay y los demás países.
Por la UNA dirigió el proyecto conjunto el profesor Michel Osvaldo Galeano, de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ-UNA). Entre los investigadores asociados de este equipo de estudios están el profesor David Rodrigo Franco, de la Facultad de Ingeniería (FIUNA), el doctor Ángel Alberto Rincón, de la FCQ-UNA y como investigador en formación, el Ing. Quím. César Elías Baranda Benítez de la FCQ-UNA.
Pero el que más rápido está avanzando es el proyecto del PTI que, según los anuncios, inaugurará su planta generadora de hidrogeno verde antes de que termine este 2025.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) aprobó y presentó en diciembre del 2024 la Estrategia Nacional para la Economía del Hidrógeno Verde en Paraguay, un documento elaborado en base a un estudio previo denominado “Hacia la ruta del hidrógeno verde en Paraguay”, que destaca la oportunidad única de aprovechar la abundante energía 100% renovable del país, generada en las hidroeléctricas Itaipú, Yacyretá y Acaray.