Si todo va bien, ya en la segunda quincena de julio de este año habrá cuatro recorridos del colectivo nocturno (22.00 a 04.00) en la zona metropolitana o Gran Asunción. Es alta la valoración de la gente que utiliza el servicio del Búho 1. “Demuestra que queremos y necesitamos un servicio público de calidad. Ojalá podamos tener un servicio como éste todo el día”, sostiene Graciela Yúdice, de OPAMA.
“Yo realmente pensé que era puro cuento. Igual me arriesgué, no tenía nada que perder. Acababa de ganar Paraguay…”, esgrime Lucas González (22 años). De la facultad quedó a ver el partido en Clari, sobre Paraguarí, entre Azara y Cerro Corá. “Y me salvó todito”, refuerza, al recordar que esa noche, ya sin dinero para el bolt, su regreso a casa, en San Lorenzo, se le hacía cuesta arriba.
En el centro de Asunción, por Herrera, encontró al Búho muy solo, con dos policías sentados en el fondo. No sabía que esos policías cuidaban del colectivo. Y ahí “planchó”. Algo lo despertó. Tal vez el abrir y cerrar de la puerta o tal vez la voz del conductor que iba parando y preguntando a la gente su itinerario.
Cuando se despertó se encontró en un lugar poco conocido, hacia Mcal. López. Entonces se dijo: “pucha, otra vez quedaré en la calle”. Es que pensaba que al tomar en Herrera lo iba a llevar directamente por Eusebio Ayala. Y no, el Búho 1 hace un recorrido Mcal. López- San Martín donde retoma Eusebio. Se lo dijo el conductor.
El primer Búho se le adjudicó al Grupo Bene S.A. (foto de portada), esta empresa que cubre Asunción Areguá y viceversa. Y va desde las 22.00 a 004.00.
“Para mí es genial. Cuántas veces quedé dormido en la mesa de un bar a la espera de un colectivo”, recuerda, por su parte, H. Ramírez, trabajador de gastronomía.
La gastronomía, principalmente concentrada en el Este de la ciudad (Villamorra, Las Mercedes, Santa Teresa…) es la que más incorpora trabajadores nocturnos con necesidades de transporte público.
Tres nuevos destinos
La semana pasada el gobierno convocó a licitación del servicio en tres tramos más: Asunción-Limpio, Asunción-Lambaré-Villa Elisa-Ñemby y Asunción-Luque. La licitación es en la misma condición. Es así que, en la zona metropolitana, tendremos cuatro búhos, en las mismas condiciones que el pionero.
El Estado le paga G. 130 millones al mes por el servicio a la empresa contratista y recupera unos 30 millones por el pasaje, nos cuenta Ana Vargas, la encargada del proyecto en el Viceministerio de Transporte. El subsidio por mes por el Búho 1 es, entonces, de G. 100 millones mensuales.
Según Vargas, el búho 1 cumple en un 99% con la frecuencia, cada 35 minutos, y con el recorrido propuesto.
Para el monitoreo utilizan una herramienta georeferencial con un indicador incluido para que toda la gente que demanda el servicio pueda tomarlo. Es decir, controlan a los choferes para que efectivamente paren.
En ese recuento, han tenido en los últimos dos meses “seis mil validaciones”. Son seis mil tarjetas diferentes, lo cual hace suponer que unas 6.000 personas utilizaron el servicio.
El Búho 1 sale de Palma y Colón y culmina en el General Genes, centro de San Lorenzo.
La licitación abierta por los otros tres tramos va hasta el 9 de junio. A fines de ese mismo mes se conocerán los beneficiados con los contratos, y de ahí en más tendrán 15 días para poner en funcionamiento, nos comenta Valdez.
Entonces, así las cosas, tendremos cuatro búhos que cubrirán Norte, Sur y Este de la zona metropolitana. Al Oeste, como sabe, está el río Paraguay.
Funcionarán con frecuencias de 35 a 40 minutos. En las mismas condiciones, con policías para resguardar a los pasajeros y al chofer.
Conquista ciudadana
Para Griselda Yúdice, de la Organización de Pasajeros del Área Metropolitana de Asunción (Opama), el búho es un un logro del reclamo sostenido de las organizaciones de pasajeros. Y es el ejemplo claro de que el VMT (Viceministerio de Transporte, a cargo hoy de Emiliano Fernández) tiene ahora “las prerrogativas suficientes, que no requiere una ley de reforma, para mejorar el transporte”.
El servicio sirve para trabajadores nocturnos y “también permite planificar la salida cultural o para el ocio en ese horario que antes era exclusivo para gente con vehículo o dinero para pagar plataformas”, sostiene.
“Ojalá todo el día se tenga un servicio de calidad”. Porque nadie, al decir de ella, se salva del “tráfico infernal”, ni quienes van en ómnibus ni en coche ni en moto.