Qué información clave pudo haber sacado Brasil para negociar Itaipú

Al consultor de Inteligencia y Seguridad, José María Amarilla, que Brasil espíe a Paraguay no resulta novedad alguna. Lo que sí debe hacer Paraguay es tener su propio servicio de inteligencia y de protección de datos tantos públicos como personales, dice. Paraguay necesita “soberanía de datos”.

Pero, abordando la información recientemente publicada, qué datos clave pudo haber sacado el gobierno de Brasil en torno de las negociaciones del Anexo C de Itaipú.

Vamos por parte.

Durante el gobierno de Jair Bolsonaro espiaron, entre otras fuentes, al gobierno paraguayo, en el marco de las entonces próximas negociaciones del Anexo C de la Itaipú Binacional.

El gobierno del presidente brasileño,  Luiz Inácio Lula da Silva,  emitió un comunicado confirmando que existió la mencionada operación de inteligencia, pero la atribuyó  enteramente a la administración del expresidente Jair Bolsonaro.

Sostiene el comunicado que, al descubrirse la operación, fue cancelada por el director interino de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) el 27 de marzo de 2023.

La declaración del gobierno brasilero salió luego de que el periódico UOL afirmó haber tenido acceso a la declaración de un agente de inteligencia de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) ante la Policía Federal.

Según la declaración de dicho agente, los objetivos del espionaje eran autoridades relacionadas “directamente con la negociación y los valores a ser cobrados por megavatio”, explicó el agente. Según la misma declaración, fueron intervenidas autoridades del Congreso paraguayo y Presidencia de la República.

El agente afirmó en su declaración –siempre tomando en cuenta lo publicado por UOL- que los servidores de monitoreo se pusieron en Chile y en Panamá.

Para dichos ataques utilizaron “el Cobalt Strike, una herramienta utilizada para el desarrollo de un artefacto de intrusión en computadoras del gobierno paraguayo para obtener datos relacionados con la negociación bilateral de Itaipú […] El objetivo de la operación era la obtención de los valores que serían negociados en el anexo C sobre los valores de venta de energía producida por Itaipú”, explicó

Hasta acá, según el consultor de inteligencia y seguridad José María Amarilla, no hay nada nuevo bajo el sol.

Los estados fuertes espían no solo a adversarios sino a aliados.

En cuanto al modelo la penetración de sistemas informáticos es muy notoriamente propia del siglo 21.

Recuerda que, probablemente, el caso de mayor penetración y transpaso de información haya sido del proyecto Manhatam (el de la bomba nuclear), a finales de la Segunda Guerra Mundial, lo que adelantó para la entonces URSS los tiempos de la elaboración.

Actualmente, sostiene Amarilla, el gobierno de Donald Trump despidió a cerca de 20 mil personas con acceso a información privilegiada.  China y otras potencias están detrás de la contratación de los despedidos, según el New York Times.

“Tener información privilegiada sobre los intereses y las posiciones reales de los estados forma parte de la agenda”, asegura.

 

Cómo se hace ya es toda otra cuestión

En cuanto al caso que nos ocupa, el  monitoreo del servicio de inteligencia brasilero, señala que Paraguay tiene demasiada dependencia de Brasil. Y en materia de producción de electricidad, altamente dependiente de Itaipú, como también lo está la industria de Sao Paulo.

Pero qué información clave habrá procesado Brasil para negociar con Paraguay el Anexo C de Itaipú.

“Ellos necesitan energía más barata y Paraguay mejorar sus ingresos por cesión o por venta de la energía”, esgrime Amarilla.

Ese es el punto central.

Efectivamente, ya en el 2023 había fenecido aquel tratado, en su Anexo C. El anexo C es una serie de cláusulas que establecen la tarifa y, en este caso, la cesión del excedente de la energía eléctrica paraguaya a Brasil.

El año pasado, en un año récord, Paraguay había utilizado el 30.8 del total de energía de Itaipú. Un 60 por ciento de lo que le corresponde. Por la cesión del excedente (40%) Itaipú había enviado a caja fiscal paraguaya USD 240 millones.

La nota de UOL sostiene que ya durante el gobierno de Inacio Lula Da Silva, el director del servicio vio con buen ánimo el trabajo de inteligencia. Es decir que el monitoreo, con hakeo informático de por medio, pudo haber continuado durante el gobierno que actualmente lleva adelante las negociaciones con Paraguay.

Estado de las negociaciones

Durante el acuerdo de entendimiento de abril del 2024, firmado el 7 de mayo del mismo año, Paraguay logró “una conquista histórica” –así lo señalaron las autoridades paraguayas- al alzar la tarifa de la energía a 19,28 Kw-mes.

Qué se consiguió con eso. Que la tarifa incorpore entre sus costos operativos unos USD 650 millones de dólares, que están siendo utilizados por el gobierno de Santiago Peña sin pasar este monto por el Presupuesto General de Gastos de la Nacional. Por esta razón, también su uso se lo considera discrecional.

Según el mismo Acuerdo de Entendimiento, las negociaciones debieron cerrarse el 31 de diciembre de 2024. Las cosas se trancaron entre el relajo del gobierno de Paraguay por haber ya conseguido un dinero que le servirá para maniobrar con recursos, aunque “discrecionalmente”, hasta el 2027, y el interés básico y central del gobierno brasilero de que, al término del preacuerdo, baje completamente la tarifa, que esta solo corresponda al costo operativo y a “ningún otro costo discrecional”.

Además de la tarifa, el núcleo duro de las negociaciones se concentra en la “venta” de la energía excedente. El mismo preacuerdo sostiene que Paraguay, una vez revisado el Anexo C, podrá vender su energía a Brasil.

A cuánto, cómo.

En este punto, el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, vocero de las negociaciones, ha asumido que este tema, el de la venta, ya no interesa tanto puesto que Paraguay se propone “utilizar toda su energía”. Entonces, y siempre a juzgar por los dichos del ministro, Paraguay quiere compromisos para aumentar la producción de Itaipú (repotenciación de turbinas), y en la generación de nuevas fuentes de energía.

En qué afectará el proceso que se lleva adelante en Brasil sobre el sistema de espionaje que estableció el gobierno de Jair Bolsonaro, para distintos fines.

Antes del comunicado oficial de Cancillería brasileña, en la que deslindaba responsabilidad el gobierno de Lula, el ministro de Industria y Comercio de Paraguay dijo que esperaban justamente esta comunicación y que las relaciones entre ambos gobiernos eran muy buenas. “Existe mucho sentido de confianza entre el presidente Santiago Peña y su homólogo del Brasil Luiz Ignacio “Lula” da Silva”., afirmó.

En cuanto a lo servicios de inteligencia, el consultor Amarilla dice que es un tema ineludible en los estados fuertes. Incluso estados mucho más pequeños hay desarrollo. En esta materia, de inteligencia y seguridad de datos, Paraguay, en Sudamérica, tal vez sea el país más retrasado.

-Por qué

-Hay mucha corrupción y poca inversión.

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