De aquí a 2030, en Paraguay se necesitan casi USD 3.000 millones para que el sistema eléctrico no colapse. El presidente del Instituto de Profesionales Paraguayos del Sector Eléctrico (IPPSE), Héctor Ruiz Díaz, reclama apurar las inversiones para no llegar a ese extremo.
En su último informe, el IPPSE había establecido que, de acuerdo con el Plan Maestro de la ANDE, del 2021 a esta parte se habían dejado de invertir unos USD 1.200 millones. Esta desinversión había generado la ausencia de unas 8 de lineas de transmisión y 14 subestaciones.
Al acumularse estos retrasos, hasta el 2030 se necesitarán USD 2.993 millones.
Ruiz Díaz sostiene que el Estado paraguayo debe ajustar todo lo que deba hacerlo para evitar el inminente colapso.
“No esperemos que nos pase lo que le pasó a Brasil en 1992”, exclamó, en entrevista con El Prisma.
Acaba de darse un colapso en Buenos Aires.
“Cuantas angustias sociales y cuántas perdidas a comercios y a industrias”, esboza el titular del IPPSE.
Para Ruiz Díaz es claro que en los últimos cuatro años, “el plan de inversión se separó de la demanda y las necesidades de abastecimiento”.
Hasta el momento, esta desinversión, sumada al consumo no declarado, como el de las granjas de criptominería, han sido la principal causa de apagones y los colapsos frecuentes.
¿Pero cuales son las principales causas de esta desinversión?
Ruiz Díaz ubica la tarifa, “siempre ajustada con criterios políticos”, como una de las causas. La otra es la burocracia que se impone para las licitaciones. Y la tercera las medidas adicionales que el Estado paraguayo no toma.
“El Estado debe tomar el servicio eléctrico como lo que es: un servicio esencial y estratégico”.
Aun teniendo los números en la mesa, el gobierno paraguayo ha elegido, en el marco de la renegociación del Anexo C de Itaipú, alzar la tarifa de Itaipú a USD 19,28-kW mes para incorporar un costo adicional, discrecional, sin pensar en la ANDE.
El gobierno de Santiago Peña ha preferido usarlo, también de manera “discrecional”, fuera del Presupuesto General de Gastos, para otros fines.
Son unos 650 millones de dólares por tres años.
Ruiz Díaz no quiere entrar a discutir este criterio. Solo se afirma en que poner a punto las líneas de transmisión de la ANDE y las subestaciones para evitar los apagones y posible colapso deben ser una “una absoluta prioridad del Estado paraguayo”.
“Estamos hablando de un sector estratégico para el país, para las familias, las industrias y el comercio”, remató.
Los “olvidos” del gobierno de Peña
En los últimos tiempos, la desinversión ha generado permanente inestabilidad en la distribución de la energía eléctrica.
En ese contexto, el gobierno de Peña no sólo no ha pensado en la ANDE, la administradora y distribuidora en Paraguay de la energía eléctrica, sino que, además, le ha impuesto la emisión de bonos por unos USD 191 millones para cubrir cuestiones mínimas de su presupuesto para este año. Y lo ha hecho sin garantías del Tesoro Nacional, lo cual puede volver su ubicación muy díficil y a un interés muy alto, según la ex directora financiera de Itaipú, Gladys Benegas.