Bajar la tarifa, aumentar la producción y la generación de energía con paneles solares son tres puntos clave de las negociones en el marco del Anexo C del tratado de Itaipú, comenta para El Prisma el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez. Ni cederla ni venderla, usar todo y generar más energía, asume.
Antes del 30 de mayo del 2024 se cerrarán las negociaciones en torno del Anexo C de Itaipú, acordaron las autoridades paraguayas y basileñas. El ministro de Industria y Comercio Javier Giménez nos cuenta que el objetivo de Paraguay no es la venta ni la cesión de energía excedente de Itaipú a Brasil si no el completo uso del 50% de la mayor hidroeléctrica de Sudamérica
“La visión que tengamos de Itaipú es la clave y hemos consensuado de que debemos buscar una tarifa que pueda ser más competitiva en beneficio de la industria y de la gente y al mismo tiempo permita excedentes para cumplir el objeto principal que es: generación de energía. Esa es la misión principal de Itaipú”, arrancó diciendo en la entrevista con nuestro medio.
Sostiene que existen “proyectos enormes en repotenciación de las 20 turbinas, además de proyectos solares en el embalse que puedan garantizar seguridad energética para el país”.
Con la repotenciación de las turbinas se podría aumentar a un 20% la actual producción energética.
En síntesis, “Paraguay quiere cambiar el modelo de venta de excedentes por el modelo de uso a través de industrias que generen más empleo para los jóvenes, inversiones, desarrollo de industrias comercio y servicios”, dictamina.
En el 2024, el aumento del uso de la energía eléctrica trepó un 18%. Un 10% más de la estimación del 8% y un 13% más del 5% anual proyectado en el Plan Maestro de la ANDE (Administración Nacional de Electricidad)
IMPORTAR ENERGIA
“No podemos seguir cediendo energía, tenemos que usarla aquí, en nuestro país, 100%, y porque no, el día de mañana importar energía del lado brasilero significaría que nos va bien porque compramos energía para abastecer a nuestra industria”, asegura Javier.
Según el ministro, la negociación con Brasil se enmarca teniendo como base “todos los análisis y recomendaciones realizados por expertos nacionales desde el 2015. Es una compilación racional con interpretaciones y directrices de este gobierno”, arguye.
En la actualidad, la cláusula del Anexo C establece la cesión de la energía excedente a Brasil. Por esta cesión, el año pasado Paraguay recibió USD 240 millones de dólares.
El acuerdo de entendimiento de abril, firmado el 7 de mayo del 2024, establece que una vez revisado el Anexo C, Paraguay podrá vender su energía.
Pero por lo que nos dice el ministro, la idea no es la venta ni la cesión
No queremos más exportar energía
Asume que, a diferencia de otros gobiernos, ahora hay un cambio de paradigma para la negociación: “Paraguay necesita utilizar toda su energía en Paraguay para generar desarrollo. La atracción de inversión genera trabajo y el producto generado por la energía que producimos produce un efecto derrame en la cadena de valor de 2.4 veces el precio de la energía”.
Por otro lado, agrega que la venta de energía en Paraguay le genera a la ANDE un excedente importante para cubrir la necesidad de fortalecer el sistema. “No queremos más exportar nuestra energía”, remata.
Considerando que el Paraguay ya va a consumir toda su energía en breve, “tenemos que prepararnos para incorporar nuevas fuentes de generación”.
Según Giménez, la estrategia cambia de conceptualizar a Paraguay como un país vendedor de energía a un país “con desarrollo industrial con una demanda creciente de energía”.
Sobre esta premisa esgrimida por el vocero del gobierno nos cuenta que podría enmarcarnos en un futuro cercano “como un país comprador de energía.
Y remata: “Un país que no consume toda la energía que genera es un país que no se desarrolla en toda su expresión”.
LOS PREACUERDOS
Es probable que, así como están las cosas, el Anexo C acordado en las negociaciones entre recién en vigor a partir de enero de 2027.
Según el acuerdo de entendimiento firmado el 7 de mayo, hasta esa fecha se mantendrá la tarifa a USD 19,28 Kw-mes, tarifa que a su vez absorbe los “gastos sociales” (unos USD 650 millones anuales). Este dinero, el gobierno paraguayo lo usa fuera del Presupuesto General de Gastos de La Nación, que prevé endeudamiento de USD 7,19 millones para cubrir su déficit en el 2025.