Itaipú: Al gobierno de Peña le queda un poco más de un año de oxígeno económico discrecional

Hasta diciembre del 2026 podrá usar los USD 650 millones anuales que, al alzarse la tarifa de la energía de Itaipú, había logrado en el rubro de Gastos Sociales. Hasta ahora las negociaciones se mantienen congeladas. Brasil juega a bajar la tarifa a su costo operativo, sin más gastos “discrecionales”. A qué jugará Paraguay

 

En abril del año pasado el gobierno paraguayo había logrado “una conquista histórica”. Así lo había anunciado desde el presidente Santiago Peña hasta su gabinete.

Esa denominada conquista histórica no era otra cosa que alzar la tarifa de la energía a 19,28 kW mes, inventándose, a más del costo operativo, un costo: Gastos Sociales.

En el mismo acuerdo de entendimiento de abril del 2024, firmado en mayo, se estableció que, al cierre de dicho acuerdo, la tarifa corresponderá exclusivamente al costo operativo de la entidad. Sin otros “costos discrecionales”. Así, taxativamente, lo dice.

A diferencia del dinero que Brasil entrega por cesión de energía o por los royalties, este dinero no es entregado al Estado paraguayo. Es un dinero que queda en el hermético y también “discrecional” (al decir de la economista Gladys Benegas) manejo de la entidad binacional.

Con ese dinero se han estado comprando las sillas pupitre, se han estado entregando viviendas, se refaccionan colegios. En el Este, en Alto Paraná, se están apurando el empedrado y el asfaltado en varios distritos. También los denominados hospitales centrales, como el que se ha inaugurado en Itapúa, se han proyectado sobre la base de ese dinero, principalmente.

Incluso la ampliación de las becas universitarias de este año estuvo inyectada por parte de esos fondos.

Al mismo tiempo que este dinero se usaba sin planes definidos, por lo menos no definidos en la propia Itaipú (según un estudio realizado por Benegas), el gobierno paraguayo había presentado para este año un presupuesto general de gastos con una proyección de deuda pública de USD 700 millones, apenas 50 millones más.

En el acuerdo firmado con Brasil ese gasto discrecional, que no corresponde al costo operativo de la tarifa, debe cerrarse indefectiblemente el 31 de diciembre de 2026.

Desde enero del 2027, según el mismo acuerdo, la tarifa corresponderá exclusivamente al costo operativo. Es decir, lo que a la Itaipú le cuesta la producción en sus 20 turbinas.

A partir de la misma fecha también se habilitará la venta al mercado brasilero “libremente”.

Este acuerdo puente se había logrado en el marco de las negociaciones sobre el Anexo C del tratado, cuyas cláusulas debieron ya ser actualizadas, sobre todo en lo referente a la cesión de la energía.

En el mismo tratado se establece que una vez pagada la deuda la tarifa debería quedar flotando a merced de los gastos operativos.

Aunque denominada espúrea (se terminó pagando muchísima plata más de lo estipulado), esa deuda ya terminó.

Y cuando por inercia la tarifa ya debía quedar flotando de acuerdo a su costo operativo, el gobierno paraguayo logró introducir el concepto de Gastos Sociales.

Con una tarifa más baja, el precio que debiéramos pagar los usuarios también debería bajar, asume el ingeniero Ricardo Canesse, a la cabeza de Itaipú, Causa Nacional, que ha metido al Parlamento la ampliación de la tarifa social de la electricidad para pequeñas y medianas empresas.

También la Administración Nacional de Electricidad debería ser beneficiada con la compra a un precio más bajo para volcar la diferencia a bajar la tarifa de los consumidores y a las obras de infraestructura necesarias para ampliar y estabilizar el servicio, surcado de cortes periódicos y pestañeos.

De hecho, de las inversiones previstas por la ANDE para el 2026, más del 50% corresponde a financiamiento externo, como del Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos.

Venta libre

A partir del 2027 “cada uno puede hacer lo que quiera con esa energía (excedente)” ha dicho el director brasilero Enio José Verri, en entrevista publicada por Agencia Brasil. Pero en esta publicación el director general brasilero también advierte que Paraguay podría ya estar a punto de utilizar el 50 (en 2024 usó 30.8) por ciento de la energía que le corresponde en poco tiempo, por el crecimiento del uso domiciliario y los centros de datos (criptominería por ahora, con alta exploración para Inteligencia Artificial)

De ahí que, sostiene, indefectiblemente debe estudiarse la posibilidad de ubicar dos turbinas más a las 20 existentes. Pero ahora que no estamos en una dictadura militar, “hay que ver todas las consecuencias sociales y medioambientales”, esgrime en la misma nota.

Volviendo a la tarifa, el interés de los negociadores brasileros es que la tarifa corresponda únicamente al costo operativo. Allá y acá se calcula que tomando en cuenta solo el costo operativo la tarifa debería oscilar entre USD 8 a 10 Kw-mes.

“Lo mejor que puede hacer en la negociación con Brasil es tener un plan de desarrollo industrial que genera calidad vida a la población”, ha dicho en la nota con El Prisma, Christine Folch, catedrática norteamericana, que en la universidad de Duck coordina un equipo de profesionales y estudiantes dedicado a estudiar la cuestión energética en Paraguay.

Por ahora, a más de los 50 contratos de la ANDE con grandes establecimientos criptomineros que buscan Bitcoin, se han sumado una empresa norteamericana y otra afincada en Brasil que han suscrito un acuerdo previo para uso de energía para hospedar Inteligencia Artificial.

Estos emprendimientos de uso intensivo podrían absorber la producción de hasta tres turbinas de Itaipú.

Sobre la conquista histórica

En Paraguay la conquista “histórica” (gastos sociales) se pudo haber utilizado para financiar planes de los ministerios, bajando con esto la dependencia de la deuda pública, interna y externa, y también para financiar las obras de infraestructura necesaria para que la ANDE amplíe el servicio y estabilice las redes que, en la actualidad, generan una pérdida de alrededor del 20 por ciento de la energía contratada, según el propio presidente de la entidad, el ingeniero Félix Sosa.

El gobierno paraguayo tiene en carpeta la propuesta de diversificar su matriz de producción de energía eléctrica. En el embalse de la margen derecha ha instalado una planta fotovoltaica, con paneles solares flotantes.

Estas negociaciones están paradas. Brasil está muy enfocado en resistir las políticas norteamericanas arancelarias y fortalecer el bloque BRICs y Paraguay está muy pendiente de las decisiones que tomen el Estado de Israel y Estados Unidos en torno de Palestina.

Así las cosas, tendrá un año más para utilizar “discrecionalmente” el dinero por el alza también discrecional de la tarifa de Itaipú.

Y luego qué.

 

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