La ciberseguridad se ha convertido nuevamente en un tema de confrontación diplomática tras los recientes comunicados emitidos por la Embajada de los Estados Unidos en Paraguay y la Embajada de la República Popular China en Panamá. Las declaraciones surgen a raíz de la acusación de ciberespionaje vinculada al grupo Flax Typhoon, presuntamente asociado con el gobierno chino, y reveladas durante una revisión conjunta entre Estados Unidos y Paraguay sobre la seguridad de las redes gubernamentales de nuestro país.
En un comunicado conjunto del 26 de noviembre, la Embajada de los Estados Unidos en Paraguay y el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC) informaron que el grupo Flax Typhoon se había infiltrado en los sistemas gubernamentales paraguayos. Este actor de ciberespionaje, señalado como operando desde China, habría comprometido infraestructuras críticas en el contexto de una revisión destinada a fortalecer la ciberseguridad paraguaya en cooperación con el Comando Sur de EE.UU.
La revisión, según el documento, es parte de una alianza estratégica que busca reforzar las defensas digitales y reducir las vulnerabilidades frente a amenazas externas. Además, mencionaron antecedentes similares de infiltraciones en redes privadas de telecomunicaciones en territorio estadounidense, subrayando la importancia de una cooperación internacional en esta materia.
La respuesta de China: un contraataque retórico
Horas después, la Embajada de China en Panamá rechazó categóricamente las acusaciones, calificándolas de “infundadas” y parte de una “campaña sensacionalista” de Estados Unidos sobre una supuesta “amenaza cibernética China”. En su declaración, la embajada acusó a EE.UU. de liderar operaciones de ciberespionaje a nivel global, incluyendo ataques encubiertos para culpar a otros países.
El comunicado chino destacó cuatro puntos clave:
Falsificación deliberada: EE.UU. supuestamente manipuló pruebas para atribuir ataques a otras naciones.
Espionaje masivo: Denunció que Washington utiliza cables submarinos para escuchar y robar información a escala mundial.
Robo de datos a aliados: Criticó acuerdos como el “Marco Transatlántico de Privacidad de Datos” para facilitar el espionaje contra Europa.
Colaboración empresarial: Acusó a grandes empresas tecnológicas estadounidenses de ser cómplices en el diseño de herramientas de espionaje.
Además, el portavoz de la embajada China en Panamá, instó a Estados Unidos a cesar las acusaciones ya centradas en iniciativas concretas que benefician a las comunidades locales de la región.
Un conflicto con implicaciones regionales
Este cruce de acusaciones resalta la creciente tensión entre ambas potencias en América Latina, una región que se ha convertido en un campo estratégico para la influencia digital y política. La ciberseguridad, como eje de esta disputa, refleja los desafíos de los países de la región al enfrentarse a estas dinámicas geopolíticas mientras intentan proteger su soberanía digital.
Por el momento, ni el gobierno paraguayo ni otros actores de la región han emitido comentarios adicionales, aunque la situación podría escalar si nuevos elementos salen a la luz.